Aquejados por un desfasaje entre costos y aranceles, a nivel nacional los oftalmólogos analizan dejar de atender prepagas y obras sociales. Señalan que el valor de las consultas y prácticas, y el método de pago, en algunos casos a 90 días, hacen imposible atender los costos, gran parte de ellos en dólares.
Es por eso que desde el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO), su titular Pablo Daponte, expuso que de no mediar soluciones, la oftalmología podría convertirse en una especialidad de la práctica privada y los pacientes deberían costear de su bolsillo la atención. La otra opción sería recurrir al sistema público de salud.
Oftalmólogos de todo el país señalan que esta situación de desfasaje financiero se agravó con la pandemia por la caída de la cantidad de consultas y prácticas.
Sostienen que dejar de brindar servicio a obras sociales y prepagas sería una salida poco probable, pero que necesitan que les aumenten los aranceles.
El titular de CAO, Pablo Daponte, dijo que “las prepagas y las obras sociales no transfieren los aumentos que actualiza la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y hay más de un 150% de desfasaje. El sistema de seguro médico administra el dinero, pero el financiador es el médico: pagan tarde y poco, a veces a los 60 días con un cheque a 3 meses. Nos pagan mal y con atraso”.
Daponte asegura que el problema no es únicamente con las empresas de medicina prepaga ya que “con las obras sociales a veces es peor”.