La Legislatura de Tucumán sesionó por tercera vez en el año, en esta ocasión para debatir y aprobar, principalmente, el proyecto de ley de retiro voluntario del personal del Estado. La norma, enviada al recinto por el gobernador Osvaldo Jaldo, obtuvo 38 a favor y 9 en contra. La iniciativa incluyó el detalle de la habilitación de la matrícula a aquellos profesionales que la tengan inhabilitada y se acojan al beneficio.
La mayor atención del Ejecutivo estaba puesta en el proyecto de ley que establece un sistema de retiro voluntario, que será por cuatro años y, durante dicho periodo, el Estado abonará el 70% de los haberes habituales: deberán sumarse el 100% de las asignaciones familiares y el 70% de las subas salariales, remunerativas o no.
En respuesta a las críticas de los opositores, el Gobernador afirmó ayer viernes que “fueron apenas seis o siete votos en contra de algunos legisladores, y es razonable que no todos estén de acuerdo”. Y defendió la medida como una herramienta destinada a los empleados públicos de la provincia, tanto a nivel provincial, municipal y comunal, para abordar la necesidad de equilibrar las finanzas públicas y contener el gasto.
Luego, Jaldo explicó los beneficios del plan, señalando que “el retiro voluntario es una herramienta que ponemos a disposición de los empleados públicos”. “Los sueldos no están alcanzando, y una ley de estas características que permite hacer uso del beneficio, que la provincia siga pagando el 70%, el aporte jubilatorio y la obra social, da la posibilidad de poder conseguir otro trabajo, porque con el trabajo del Estado no alcanzaba”.
Para finalizar, el gobernador Osvaldo Jaldo cerró diciendo que “el retiro garantiza un mínimo de tu sueldo y permite quedar libre para poder conseguir otro trabajo y con dos ingresos poder mantener mejor a la familia.”