El poco ingenio del intendente Germán Alfaro no le permite darse cuenta que el sistema alternativo de transporte mediante combis de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, precariza aún más el sistema de transporte. Se trata del denominado Servicio Excepcional de Transporte Urbano, propuesto como una alternativa por parte de la intendencia capitalina, una opción que no hace más que constituir un error.
Y es que Alfaro tiene razón en tratar de brindar el servicio a los usuarios, pero esa no es la solución real, la cual pasa claramente por convocar a las partes a dialogar. En caso de no obtener resultado favorable, se debe proceder a quitar las licencias a los empresarios ineficientes y realizar un rápido llamado a licitación de una buena vez. Sin embargo, el intendente de la ciudad no le encuentra el agujero al mate.
Lo que pareciera no entender el intendente, es que los vehículos que quiere sacar la Municipalidad a la calle no están diseñados para prestar este servicio. Van a ir todos amontonados, siendo funcional al hecho de que los contagios se puedan agravar todavía más en el marco de la segunda ola de coronavirus que azota al país. Más teniendo en cuenta que la capital es el conglomerado más afectado por el COVID-19.
Además, una medida como la que pretende implementar desde hoy solo va a precarizar más la actividad. No ayuda, va en desmedro de la misma. Como si esto fuera poco, desde el mismísimo Municipio se aceptó que son vehículos de menor porte que los colectivos, por lo que una vez que se colme la capacidad indicada por los protocolos, quizás no puedan parar en todas las esquinas.
Además, los viajes se abonarán en efectivo. Este servicio va a tener un costo inicial de $50. Es decir, tendrá un precio bastante más caro que el habitual en los colectivos urbanos. Lo peor de todo, es que desde el oficialismo capitalino, lejos de sentir vergüenza o de hacer mea culpa, no hicieron más que una justificación de semejante precio para quienes necesiten trasladarse en estos vehículos.
“Como sabemos, es un servicio excepcional, provisorio, para salir de la coyuntura, y los vehículos que prestan el servicio no tienen ingresos por subsidios de la Nación ni de la Provincia, por lo cual su tarifa no puede ser la misma que la de los servicios normales”, explicó Carlos García Macián, subsecretario de Transporte municipal. Cabe preguntarse entonces: ¿Qué oculta esta medida de parte de Alfaro?
¿Acaso bajo la excusa de que el objetivo de esta medida dispuesta por el intendente es darles una solución a los vecinos, se oculta un hecho de corrupción? ¿Busca el mandatario capitalino lucrar con la necesidad de la gente de que asistan a su lugar de trabajo o a cumplir con sus necesidades en esta situación de emergencia? ¿Busca hacer dinero en medio de un año electoral para gastarlo de manera discrecional?