Mientras en otros distritos los gobiernos municipales colaboran a destajo con la comunidad educativa y con los padres para poder lograr una vuelta armónica a las clases presenciales en medio de la pandemia, existe una administración que ya comenzó a poner palos en la rueda nada menos que a los propios progenitores que no aspiran más que acompañar a sus hijos a la escuela luego de más de un año sin poder hacerlo.
Se trata nada menos que de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, y es que el subsecretario de Tránsito y Transporte de la capital, Enrique Romero, ya comenzó a actuar como tiene acostumbrado a los vecinos de la ciudad, con un tono amenazante acerca del modo en que los padres suelen acompañar a sus hijos a los diferentes establecimientos educativos que se encuentran, sobre todo, en la zona de las cuatro avenidas.
Y es que al funcionario municipal no se le ocurrió mejor idea que la de amenazar a los padres con que no van a poder estacionar frente a los establecimientos educativos a los que asisten sus propios hijos. Esto significa que desde la mismísima administración del intendente Germán Alfaro se continúa una línea coherente en lo que respecta a una política de molestar siempre al laburante y a la gente de bien.
Mientras tanto, a lo largo y ancho de San Miguel de Tucumán no paran de circular motos sin patentes y sin casco, al mismo tiempo que no se cumplen las ordenanzas municipales. Entonces, cabe preguntarse: ¿Cuál es el verdadero sentido de estas disposiciones administrativas que nunca sirven más que para hacerle perder su valioso tiempo a los vecinos de la capital que deben soportar esto?
Sin embargo, cuando se trata de molestar a la gente común, ahí está siempre la presencia de los funcionarios de la municipalidad capitalina. En ese sentido, a Enrique Romero no se le ocurrió mejor excusa que el hecho de manifestar que la intención de los controles frente a los establecimientos educativos es para evitar que particulares estacionen sus vehículos ante el regreso a clases presenciales.
En ese sentido, advirtió que los controles van a ser preventivos durante un par de días señalando a la gente que no pueden estacionar y que, incluso, desde el 1 de marzo se aplicarán multas para quienes no cumplan. Cabe preguntarse acerca de quiénes serán aquellos que lleven los controles adelante. Y claro está que serán nuevamente los inspectores de tránsito, los mismos que se han visto envueltos en diferentes escándalos.
Sin ir más lejos, se trata de los mismos que entre cuatro le propinaron una golpiza a un vecino de la ciudad delante de sus hijos pequeños, luego de que resistiera el hecho de que le arrebaten su motocicleta. ¿Acaso están en condiciones de llevar a cabo una tarea como la que les encomendó la Municipalidad capitalina? La administración de Germán Alfaro será la responsable por cualquier desbande que pueda producirse.