El kirchnerismo pretendería estafar a los jubilados, mediante la fórmula de actualización para las jubilaciones, que terminó de definir ayer y que pondrá a consideración de la Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional del Congreso. La nueva fórmula se asemeja a la utilizada por el kirchnerismo entre 2008 y 2017, que fue derogada por la gestión de Mauricio Macri. La misma se basa en la evolución de los salarios y la recaudación en partes iguales.
Esto significa que no se tendrá en cuenta la tasa de inflación a la hora de realizar la ecuación. De esta forma, el Gobierno busca poner un freno a la inercia inflacionaria, pero a partir de ajustar con los jubilados, mediante achicar sus ingresos, los cuales terminarán por debajo de la suba generalizada de precios. Además, todos los analistas pronosticaron que la del año que viene puede ser una inflación que se ubique por encima del 50%.
En la intimidad, desde el kirchnerismo admiten que una fórmula atada a la inflación no es deseable en la Argentina, debido a que no quieren afectar el ya de por sí elevado déficit fiscal. El punto es que este Gobierno que prometió en la campaña electoral que privilegiaría a los jubilados, no hace otra cosa que ajustar a costa de ellos, como si se tratara de millonarios, en lo que no es otra cosa que una burda farsa.
La frialdad de las explicaciones técnicas que brindaron desde el Ministerio de Economía de la Nación, apuntan a que la nueva ecuación permitirá reducir el actual déficit previsional, dado que, si bien el salario real aumenta junto con el crecimiento económico, lo hace menos que los recursos tributarios. Cabe recordar que la actualización de las jubilaciones será semestral, en marzo y septiembre, es decir, dos veces por año.
Desde la cartera de Economía, manifestaron que hacer ajustes semestrales con un rezago mínimo, disminuye la volatilidad y reduce la pérdida de poder adquisitivo ante shocks inflacionarios. Sin embargo, no es más que dar paso al hecho de que los jubilados año a año verán reducidos sus ingresos en nombre de la estabilidad fiscal, como si fueran ellos los que tuvieran la culpa del mal manejo que realizan los gobernantes de ayer, hoy y siempre.
Y es que ahora los kirchneristas, hablan de que la fórmula de movilidad debe contribuir a la estabilidad macroeconómica, en términos de la recuperación real y en su efecto positivo sobre la demanda, sin convertirse en un elemento desestabilizante. Es decir, para el kirchnerismo, los pobres ingresos de los jubilados son materia de posible desestabilización, mientras que el gasto político jamás sufre ajuste alguno.
Desde el oficialismo planean lograr un consenso político amplio que le garantice la sostenibilidad en el tiempo a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria. En este sentido, será clave saber qué papel ocupará la oposición. Es decir, o defiende a los jubilados, o termina siendo funcional al kirchnerismo por medio de la confiscación futura de los ingresos de los jubilados. Tendrán que saber que el pueblo los mira y que se los cobrará según cómo actúen.
