Por estas horas, la sociedad tucumana se pregunta ¿Cuál es el papel que juega Pablo Yedlin?. El diputado nacional del peronismo, tanto local como nacional salió ayer a vaticinar que habrá una segunda ola de coronavirus con muchos casos de contagios pero que estos serán menos graves. ¿Acaso se convirtió en adivino o es que tan sólo abre el paraguas ante lo que fue la improvisación en materia sanitaria, que hizo el gobierno nacional y el provincial?
Tal vez se trate de un funcionario de bajo vuelo en la política, sin embargo muchos lo miran como un conspicuo conspirador a la hora de moverse. Sobre todo teniendo en cuenta su accionar en el último tiempo. Por un lado, ayer se encargó de militar la dudosa efectividad de la vacuna rusa haciendo campaña para que la mayor cantidad de personas se le apliquen, a pesar de que la ANMAT no le dio una aprobación definitiva como corresponde.
Pareciera ser que a pesar de ser Pablo Yedlin el titular de la comisión de Salud en la Cámara baja de Diputados, le importa más el marketing del gobierno a la hora de asegurar que la vacuna rusa funcionará. Pero eso no es todo teniendo en cuenta las especulaciones que giran en torno a la figura del diputado nacional que representa a Tucumán por el oficialismo.
Y es que luego del reto de hace una semana en un acto que tuvo lugar en la ciudad de La Plata, por parte de Cristina Kirchner en referencia a los ministros que integran el gabinete del presidente Alberto Fernández, uno de los apuntados fue el actual titular de la cartera de Salud, Ginés González García. Hay quienes dicen que en caso de lograr voltearlo, sería Pablo Yedlin al que intentarían colocar en ese lugar.
Y es que al parecer, a un sector del kirchnerismo le resultó atractiva la intervención que Pablo Yedlin hizo en Diputados, alentando la legalización del aborto. A pesar de ser médico, dejó de lado los valores de la medicina y su juramento hipocrático para atentar contra la vida en gestación con tal de sacar un rédito político y proyectarse a nivel nacional. Esto es algo que no había caído muy bien en la Casa de Gobierno de Tucumán.
Una de las cosas que le destaca el kirchnerismo, fue el hecho de haber toreado al oficialismo nacional cuando dijo que no debería haber problema a la hora de aprobar la legalización del aborto en el Senado, teniendo en cuenta que el Gobierno tiene amplia mayoría en esa cámara. Es decir, indirectamente dio a entender que si no se aprueba en el Senado, sería por culpa del mismo oficialismo que conduce Alberto Fernández.
De esta manera, Pablo Yedlin no ha hecho más que defender posturas inconcebibles como la de aprobar la finalización de un embarazo o militar el uso de una vacuna que ni siquiera el presidente del país en el que se la creo quiere colocársela. Esta es una muestra más de que para muchos dirigentes políticos, el interés personal y la militancia ciega de hechos reprochables se ubica por encima de los intereses del pueblo.
