Las gemelas Marieme y Ndeye tienen tres años. La primera es tranquila, la segunda es mucho más enérgica.Pero la relación entre ambas es bien cercana: son siamesas. Ambas nacieron en Senegal y comparten el hígado, el sistema digestivo y el intestino. Cada una tiene su corazón y sus pulmones. Pero para el equipo médico que las asiste en el hospital Great Hormind de Londres, hay que separarlas. O ambas podrían morir.
Su padre, Ibrahima Ndiaye, de 50 años y con otros cuatro hijos, lleva años de lucha. Sin embargo, debe enfrentar una realidad degarradora. El corazón de Marieme es débil y su esperanza de vida es corta. Pero si ella muere, su hermana Ndeye también morirá.
Por eso, una hipótesis concreta, según los médicos, es elegir si separar a Marieme y provocar su fallecimiento prematuro para que sobreviva Ndeye. O, por contrario, ver cómo podrían morir las dos.
“En esta situación, no usás tu cerebro, seguís a tu corazón. Cualquier decisión es desgarradora… tanta confusión, tantas consecuencias…”, explica Ibrahima. Su caso fue reflejado por un documental de la BBC titulado “Gemelos unidos: una decisión imposible”, que se retransmitirá en los próximos días y donde las cámaras acompañan a la familia durante el duro trance.
Los médicos informan al padre de que la muerte de una será la muerte de la otra si no se toma una rápida decisión. “El fallecimiento de Marieme será el proceso de muerte de Ndeye. No es posible detenerlo o cambiarlo y separarlas no será una opción una vez que Marieme comience a morir”, afirman los médicos.
Tras reuniones con el comité ético, al final es Ibrahima quien decide qué hacer: no las separará porque no puede elegir entre la vida de una u la otra. “Necesito saber que les di todo lo que pude. Soy un hombre afortunado al haber formado parte de este viaje. Todavía estamos en él y no sabemos cómo terminará”, concluye Ibrahima.