Ayer por la tarde, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich removió a la cúpula del Servicio Penitenciario Federal, hoy bajo la órbita de su cartera. Fueron desplazados Juan Eduardo Velarde y José Luis Guarino, director y subdirector del SPF. Sus reemplazantes, confirman fuentes en el SPF y en el Ministerio de Seguridad, serán Fernando Martínez y Diego Morel, funcionarios de carrera del Servicio que habían trabajado durante la gestión de Mauricio Macri. Fernando Martínez, por ejemplo, había sido el número 2 de Emiliano Blanco, director del SPF en ese entonces.
Julián Curi, secretario de Asuntos Penitenciarios, cabeza máxima del Servicio en el organigrama, continúa en su cargo.
El cambio ocurre en medio de la crisis narco en Rosario que causó cuatro muertes en una semana, en una feroz puja contra el Gobierno por los estrictos controles en las cárceles: los penales de Ezeiza y Marcos Paz, donde están alojados los máximos capos de la ciudad santafesina como “Guille” Cantero y Esteban Lindor Alvarado, se encuentran hoy bajo la mirada de la Justicia. El fin de semana último, una requisa a gran escala ocurrió en Ezeiza, un procedimiento que involucró a gran cantidad de efectivos de Prefectura. Allí, se encontró en la celda del narco Sergio “Verdura” Rodríguez una lista con nombres de policías. También, se encontró un chip en la celda de un traficante rosarino de segunda línea.
Sin embargo, coinciden fuentes oficiales, el cambio era programado.
“La conducción venía de la gestión anterior. Los cambios en el SPF no se hacen en diciembre. Velarde trabajó muy correctamente con la actual gestión. No tiene nada que ver con Rosario, es un cambio natural. Velarde renunció y pusimos personas que son sumamente profesional. Morel actualmente trabaja en el Servicio en los protocolos para detenidos de alto riesgo”, asegura un funcionario de alto rango.
Penal de Ezeiza: requisa en la celda de Mario Segovia, “El Rey de la Efedrina”, foto de 2021
Morel, que funcionó como inspector general del SPF, había recibido una fuerte amenaza en septiembre del año pasado, con una nota que recibió en su celular, en medio de la escalada de tensión con los detenidos de alto perfil que derivó en balaceras a penales rosarinos.
La nota decía: “Diego Morel, dejá de verduguear a los presos porque vamos por todos………. Atte. LA MAFIA”.
En simultáneo, otros penitenciarios de alto rango sufrieron intimidaciones de ese tipo.
El penal federal de Marcos Paz, donde se encuentra detenido “Guille” Cantero, capo máximo de Los Monos, había sido atacado a tiros en noviembre de 2022, con una docena de disparos recibidos. Los gatilleros dejaron un cartón escrito que decía: “Dejen de verduguear a Guille Cantero o vamos a matar a los del Servicio Penitenciario. Con la mafia no se jode”. Horas antes del atentado, los supuestos encargados de llevar a cabo la intimidación se filmaron con varias pistolas y mostraron el texto que estaban por colocar en el complejo penitenciario donde se encuentra alojado el líder de Los Monos, un video que llegó al canal C5N.