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Pichetto no puede ocultar el pasado peronista/ alperovichista/kirchnerista de Alfaro

Si no pudo administrar de forma efectiva la ciudad, ¿Quién puede creer que lo haría bien si gobernara a la provincia?

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Miguel Ángel Pichetto y Germán Alfaro
Descacharreo

Un fuerte respaldo tuvo Germán Alfaro de parte del ex senador Miguel Ángel Pichetto que, en realidad, no fue más que un burdo lobby de su parte. Uno que no hizo más que hacer realidad la máxima de aquella frase que dice “dime de qué alardeas y te diré de qué careces”. Y es que este apoyo no fue más que un intento de ocultarle a la opinión pública una verdad incómoda para el intendente capitalino.

La misma trata sobre la cada vez mayor desconfianza que existe hacia el interior de Juntos por el Cambio para con la figura de Alfaro. Esto se debe a que el resto de la coalición está convencida de que, al final del camino, el intendente y su esposa, Beatriz Ávila, terminará traicionando a JxC y volverá a los brazos del peronismo. Sin embargo, cabe aclarar que se equivocan si piensan que Alfaro los traicionará. Y es que ya los traicionaron, por lo que llegaron tarde a darse cuenta.

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Y es que lo que nunca vislumbraron antes es que la nefasta pareja política conformada por Germán Alfaro y Beatriz Ávila intentó, durante el transcurso de los últimos días previos a las PASO del 2021, hacerle creer a la ciudadanía que ellos conforman la alternativa de los tucumanos cuando, en realidad, son quienes no tuvieron coherencia y hablan como si no tuvieran pasado.

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Beatriz Ávila. Foto Twitter

En ese sentido, ambos hablan de la situación de Tucumán haciéndose los desentendidos. Pichetto, por su parte, presenta a Alfaro como una esperanza cuando no se trata de alguien nuevo en la política. Al contrario, y es que el nefasto y oportunista cálculo de Germán Alfaro y Beatriz Ávila, pasa por el hecho de que creen que, por estar nuevamente en Juntos por el Cambio, harán olvidar la verdad.

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Y la verdad es que lo único que importa es la realidad y la misma indica que Alfaro y compañía están vinculado al poder desde 1995 por medio del peronismo. Y es que en ese año Alfaro fue concejal electo por el PJ, por lo que trata de hacerles creer a la sociedad que él y su esposa son la renovación cuando formaron parte toda su trayectoria del Partido Justicialista que ahora desconocen.

Luego, ya entrado el flamante siglo XXI, Germán Alfaro se convirtió en legislador, y fue el primero que se jactaba de apoyar nada menos que a José Alperovich como gobernador. Cómo olvidar que, en el otoño del año 2008, Germán Alfaro, decidió votar a favor del kirchnerismo, es decir, en contra del campo. De esta forma, el intendente capitalino se mostraba a favor de expropiar a los productores rurales de sus ingresos genuinos.

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Y lo hizo desde su servil función al lado del alperovichismo/peronismo y kirchnerismo, sólo por cuestiones personales espurias en materia de “hacer carrera”. Luego de esto, el matrimonio municipal decidió redoblar la apuesta y seguir vinculado al peronismo oficialista de entonces, tanto a nivel provincial como a nivel nacional. Es por ello que, para las elecciones del 2011, ambos fueron las caras visibles del Frente para la Victoria.

Justamente, en ese año Cristina Kirchner lograba ser reelegida con el 54% de los votos e inauguró su “vamos por todo”, algo que por entonces les sacaba una sonrisa del rostro al matrimonio municipal. Y es que ese mismo año, muy sonrientes ambos, acompañaron al por entonces gobernador de Tucumán, José Alperovich y al intendente de la ciudad, Domingo Amaya, quienes consiguieron sus respectivas reelecciones.

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Cristina Kirchner

Mientras que, en la boleta del peronismo local, Beatriz Ávila fue electa como primera candidata a legisladora provincial, Germán Alfaro era electo como primer candidato a concejal capitalino. Claramente, por entonces ninguno de los dos renegaba de ser peronista y de ser de los principales dirigentes del espacio que manejaba a su antojo José Alperovich y en pleno apogeo del kirchnerismo.

Pero cuando el peronismo/kirchnerismo entró en desgracia y vio que perdía en las elecciones legislativas de las votaciones siguientes, Germán Alfaro traicionó al oficialismo del entonces y dejó su lado el apoyo que hasta entonces le había otorgado. Cuando el ahora intendente capitalino vio que perdían, decidió saltar la grieta para acomodarse del lado de Juntos por el Cambio como si su pasado hubiera quedado en el olvido.

Fue entonces que advino el tiempo de hacer como el camaleón y cambiar de color según la ocasión. Fue así que llegado el caso, como ocurrió en el año 2015, decidió que lo más conveniente para sus planes era pintarse de amarillo. Pero cuando le llegó el turno a Juntos por el Cambio de renovar el crédito con la sociedad en las elecciones presidenciales del 2019, las urnas le aplicaron una derrota inapelable al macrismo.

Insistimos: lo peor de todo, es que Germán Alfaro y Beatriz Ávila intentan hacerse los desentendidos y ahora montan un circo hablando de todos los males de Tucumán, como si ambos no formaran parte de la clase política gobernante en la provincia desde hace décadas. Justamente, el mismo Germán Alfaro que desde su corriente “Nueva Expresión Justicialista” fue el impulsor de la candidatura de José Alperovich a la gobernación, en enero de 2003.

José Alperovich.
José Alperovich.

Definitivamente, Germán Alfaro y su mujer Beatriz Ávila, conforman una pareja cínica en el mundo de la política que no dudaron ni un segundo en intentar instalar en la ciudadanía que ambos conforman una verdadera opción de cambio, cuando en realidad no son más que lo mismo, pero ahora pintados de amarillo. Pero a esa mentira no se la cree nadie y es por ello que dirigentes nacionales no saben cómo hacer para tapar el sol con las manos.

Justamente, cabe preguntarse entonces: ¿De dónde saca Pichetto que Alfaro podría ser un buen gobernador? Si para muestra basta un botón, cabe recordar que estuvo más de 8 años en la administración municipal como Secretario de Gobierno de Domingo Amaya y tiene casi 2 periodos como intendente. Un período de tiempo marcado por su pésima administración de la ciudad.

Y es que, por ejemplo, en materia de tránsito y el transporte público, Alfaro no hizo nada hasta destruyó el sistema de taxis y remises e hizo que muchos laburantes perdieran sus licencias, único sustento de ellos para favorecer a pocos que pusieron miles de vehículos. Además, ¿Qué hizo Alfaro durante su administración con tantas propiedades de la Municipalidad como lo son los mercados de barrios?

Entre ellos, sin dudas el más importante es el Mercado del Norte. Pero Alfaro también destruyó la propiedad de la calle Buenos Aires 1ra cuadra ex Tránsito. Ni hablar de que destruyó nuestro principal paseo, la Plaza Independencia, con una inversión de dinero pornográfica para la cantidad de pobres que existen en su municipio. Ni hablar del abandono en el que se encuentra el parque 9 de julio.

Alfaro convirtió a la ciudad en un émulo de Venecia. Pero no por su paisaje, sino porque se dedicó a pavimentar y asfaltar hasta convertir las calles en canales sin respetar, menos todavía hizo desagües pluviales. Es por ello que cabe preguntarse, una vez más, ¿En qué se apoya Pichetto para asegurar que Alfaro administró bien la capital? Una pregunta que tiene como certeza el hecho de que, si no pudo administrar la ciudad, menos podrá hacerlo con la provincia.

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