La inflación de diciembre en la división de alimentos estará entre el 3,4% y el 3,9%, según las consultoras privadas LCG y Eco Go, mientras que Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) la estima en un 2,6%. Los tres relevamientos coinciden en las causas: carne, en conjunto con lácteos, lideraron la inflación mensual, que podría estar muy por encima del dato oficial de noviembre que dio el INDEC (2,1%).
El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 3,4% promedio en las últimas 4 semanas, según LCG, que encabeza Guido Lorenzo. Carnes y lácteos lideraron las subas, con 5,2% y 5,6%, respectivamente, mientras que los estacionales tuvieron leves variaciones, con frutas 0,3% y verduras -3,2%.
En tanto, en Eco Go, que dirige la economista Marina Dal Poggetto, la inflación mensual de alimentos fue de 3,9%. Si bien el relevamiento alcanza a las cuatro primeras semanas del mes, y todavía resta la quinta, estiman una variación semanal del 0,7%. El dato mensual de alimentos “incorpora el fuerte arrastre de noviembre (1,8%)”, consideran en la consultora.
El 3,9% de alimentos se ubica por encima del promedio, dado que Eco Go proyecta que el nivel general será de 3,3%. El dato de inflación de diciembre se conocerá el 13 de enero, según el INDEC. El último dato oficial fue de 2,5% en noviembre, y acumula 45,4% en los primeros 11 meses. El año terminaría en 51,1%, según el REM del Banco Central.
Las carnes fueron el producto consumido en el hogar que más subió del mes, al trepar 10,5% promedio, según Eco Go. La carne vacuna subió mucho más que el promedio (14,4%), seguida por otras rojas 5% y ave 4,4%. Otro de los productos que tuvo fuertes subas en el mes fueron los aceites y grasas, que aumentaron 6,3%.
En tanto, el CESO que dirige Andrés Asiain proyecta una inflación en diciembre en alimentos del 2,6%, con alimentos frescos registrando las mayores subas: 3,2%. Las variaciones más importantes fuero lácteos 5,2%, carnes 4,8% y quesos 4%. Destaca que carnes “continúa en una suba superior al promedio”, pero que a nivel semanal “tuvo su primera variación negativa (-0,1%) luego de 24 semanas”. Durante la última semana se registró el acuerdo de precios populares para la carne, que estuvo vigente durante 6 días en supermercados.
Si bien la Secretaría de Comercio Interior, que encabeza Roberto Feletti, buscaba que el Gobierno tome más medidas con respecto al precio de la carne, como subir retenciones, el Ministerio de Agricultura definió avanzar en una mayor oferta en el mercado interno, y en mantener prohibidos cortes de exportación. Este viernes 31/12 finaliza el plazo que tenía el Gobierno para realizar cambios en retenciones sin pasar por el Congreso.
Acuerdos en marcha
En su informe, el CESO reclama “la necesidad de implementar medidas que desacoplen los costos en pesos al inicio de la cadena de los precios internacionales en dólares, en particular para el maíz y el trigo”. La Secretaría de Comercio lleva adelante reuniones diarias con alimenticias, para salir del congelamiento de precios por 90 días, y relanzar Precios Cuidados, con aumentos escalonados, y el doble de productos de la canasta, con más de 1.300.
Al mismo tiempo, Feletti encabeza junto a Julián Domínguez un plan para armar subsidios cruzados intra sector privado para el trigo y el maíz. Serían fideicomisos como el que existe para el aceite, en el que las empresas exportadoras subsidian los precios de las compañías que tienen ventas al mercado interno.
Para la carne, el sector rechaza de manera generalizada mecanismos como el de un fideicomiso. “Hay 200 mil productores ganaderos, 360 frigoríficos, 4.000 operadores matarifes y 80 mil carnicerías, es imposible”, afirmó Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas (Fifra). Una alternativa que llevaron desde Fifra es la baja impositiva. Para Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de Comercio de las carnes (Ciccra), la solución pasa por el “aumento de la producción ganadera”.
En este sentido, Leonardo Rafael, presidente de la Cámara de Matarifes, agregó: “Si la política quiere soluciones rápidas, el efecto rápido termina siendo perjudicial. El plan ganadero me parece bárbaro, pero la política tiene que respetarlo, porque las medidas para los ciclos productivos vacunos trascienden un período de gobierno”.