Luces de alarma se encendieron en varios despachos oficiales argentinos a partir de que se conociera la decisión adoptada hace algunos días por el presidente de facto del Consejo Administrativo del Estado y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Myanmar (nombre que coexiste con el de Birmania) Min Aung Hlain.
El militar ordenó a la fuerza aérea la suspensión total de vuelo para las aeronaves chinas JF-17 Thunder. Del total de 16 aparatos, 10 ya habían sido dejados en tierra durante mayo. La medida se efectivizó casi al mismo tiempo en que oficiales de la Fuerza Aérea Argentina visitaron la fábrica de los JF-17 en la localidad china de Chengdu dado con el objetivo de probar estos aviones y avanzar con su adquisición para reequipar a la flota militar.
Especialistas aeronáuticos consultados por Infobae explicaron las razones por las cuáles los asiáticos evalúan la salida de servicio definitiva de este sistema de armas chino-pakistaní.
“Birmania completó la integración de 3 escuadrillas (12 aeronaves) en 2018, estamos en presencia de unidades casi nuevas, pero no han podido ser debidamente abastecidas de los repuestos necesarios tal como se había comprometido la empresa CATIC fabricante del JF-17″, explicaron.
Y agregaron: “El modelo birmano es el inmediato anterior al ofrecido a la Argentina, denominado Block II, mientras que la Fuerza Aérea ha puesto la mira en el Block III, un modelo que es más avanzado y tiene algunas modificaciones en el equipamiento, pero comparte características de base con las aeronaves con fallas que saldrían de servicio en Birmania”.
Embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, recibió, junto al Agregado de las Fuerzas, el General Norberto Zárate, a la delegación de pilotos y técnicos de la Fuerza Aérea Argentina que realizó evaluaciones del JF-17 Thunder
Este medio pudo saber que la interrupción del flujo de repuestos procedentes de China obedece en parte a la reducción del nivel de producción de la planta fabril de CATIC por las severas restricciones laborales impuestas por el régimen de Pekín para hacer frente a la pandemia del COVID-19.
Más allá de la logística, los JF-17 presentan fallas en su fuselaje, siendo estás muy prematuras, ya que la vida útil de la estructura de una aeronave se relaciona con la cantidad de ciclos de vuelo (aterrizaje y despegue), puesto que allí es donde se pone de manifiesto el estrés estructural. “Estos aparatos son muy modernos para este tipo de fallas, pero si la aeronave presenta fallas en su célula (fuselaje) ya no hay recuperación posible”, coinciden los expertos consultados.
Asimismo, las autoridades aeronáuticas birmanas dejaron entrever que se han registrado incumplimientos en la provisión del simulador de vuelo indispensable para la capacitación de los pilotos.
Para completar la zaga de infortunios que azotan al “Thunder”, los motores RD-93 no están pudiendo ser mantenidos en virtud de las restricciones que enfrenta el proveedor ruso que los fabrica para expedir repuestos en medio de la invasión a Ucrania.
Si bien la fábrica de los JF-17 podría reemplazar las piezas rusas por similares chinas (incluso el motor) la oferta presentada a los enviados del Ministerio de Defensa que conduce Jorge Taiana incluye al propulsor Turbofan RD-93MA de origen ruso.
Al margen de un eventual compromiso contractual, los cambios en la línea de producción que deberían efectuarse para cambiar la motorización de las aeronaves retrasaría sustancialmente los plazos de provisión.
Los cazabombarderos JF-17 de Birmania quedan en tierra por falta de repuestos
Recientemente y en diálogo con Infobae una alta fuente del Ministerio de Defensa dejó en claro que el modelo correspondiente al Block III presenta profundas mejoras respecto a la versión desarrollada para la Fuerza Aérea pakistaní. Sin embargo, la novedad obligará a las autoridades locales a pedir precisiones respecto a las fallas reportadas por Birmania.
Asimismo, desde la Fuerza Aérea Argentina aclararon que dentro del proyecto que atañe al JF-17 no solo contemplan las mejoras propias del bloque III, sino que además se solicitó que –de concretarse– la compra sea con la opción de elegir motores de origen chino, como así también que los sistemas de asiento eyectable sean del mismo origen, para evitar problemas futuros por el veto de partes de origen británico, como ocurrió con el “caza” de origen coreano FA-50 Golden Eagle.
A pesar de las versiones que indicaron reiteradamente que fruto de las negociaciones llevadas adelante por el Embajador Argentino en China, Savino Vaca Narvaja, la compra del sistema de armas JF-17 ya estaba cerrada, el Ministerio de Defensa aclaró que en el presente se barajan al menos otras cuatro ofertas alternativas a la oriental. Ellas son: el F-16 de los Estados Unidos, el Tejas de India, el Kfir de Israel y los MIG 35 y MIG 29 de origen ruso, aunque estás ofertas de momento se encuentran suspendidas por la imposibilidad de Moscú de proveer material bélico mientras dure el conflicto con Ucrania.
La previsión presupuestaria que oportunamente elevó el ex ministro Agustín Rossi como parte del finalmente trunco Presupuesto 2022 rondaba los USD 660.000.000 que serían solventados mediante un crédito internacional. Al no sancionarse la “ley de leyes” el PEN da por sentado que cualquier decisión que se adopte quedará supeditada a la sanción y promulgación de la mencionada norma legal.
El Thunder JF-17 Block III presenta las siguientes características:
Velocidad Máxima: 1960 km/h
Velocidad de Combate: 1347 Km/h
Motorización: RD-93MA Ruso
Peso máximo de la artillería: 3630 Kg.
Es apto para combate aeronaval, aire-aire y aire-tierra
Puede adaptarse a varias configuraciones de armamento, con misiles. bombas y metralla
Toda su aviónica y sistemas de vuelo y control tiro son de cuarta generación.