A tono con lo que es el país en materia política y económica, en la jornada de ayer, con la que se inició la semana bursátil, el precio del dólar blue cotizó a $162, una diferencia de $10 en relación con el cierre de la jornada bursátil del pasado viernes, día en el que se cumplieron tres jornadas consecutivas en alza. De esta manera, arrancó esta semana con un brusco descenso luego de la escalada de la anterior.
No obstante, la brecha con el dólar mayorista sigue por encima del 100% y se mantiene la presión en el circuito oficial. Y es que la brecha cambiaria con la divisa oficial en el segmento mayorista descendió a 106,4%. Ahora bien, cabe preguntarse ¿Por qué ocurrió esta baja tan abrupta luego de las últimas subas registradas durante el transcurso de la etapa final de la semana pasada?
Según los analistas financieros, esto se debería al hecho de que la caída de la cotización del dólar blue, respondió a jugadores del mercado, que ofrecieron la divisa norteamericana unos dos pesos por debajo de lo que se negociaba. Esto significa que nuevamente ayer hubo manos amigas en el mercado interviniendo, algo bastante obvio para los expertos en finanzas, por lo que la cotización bajó fuerte.
En ese sentido, trascendió que incluso algunas cuevas decidieron correrse para no quedar pegadas a esos precios. El accionar consiste en el hecho de que aparecen en momentos del mercado con posiciones debajo del valor del mercado de ese momento y con eso derrumban el precio. De hecho, ayer aparecieron cuando el valor en el mercado paralelo estaba a $173 vendiendo a $171, lo cual hace que el precio baje.
Esto significa que lo que hay que entender es que no es ni un mercado muy grande ni uno muy transparente, y es por eso que permite este tipo de “manejos”. En ese sentido, es claro que desde el Gobierno se dio luz verde para que se volcara dólares en el circuito paralelo con el fin de bajar la cotización del dólar blue en la cuevas de la City. El problema es que se trata de una baja artificial, producto de la intervención de “manos amigas”.
Sin embargo, la presión cambiaria no se detiene a pesar de un contexto global más amigable y de los intentos del Gobierno por recuperar la confianza del mercado a través de la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo cual fue puesto en duda este fin de semana por una carta de senadores oficialistas que critica el rol del organismo internacional durante la gestión anterior. Mientras tanto, la brecha cambiaria sigue de todas formas a niveles muy altos, es decir, continúa en niveles incompatibles con el normal funcionamiento de la economía. Y es que la misma continúa distorsionada por el déficit fiscal y la emisión monetaria, tal y como lo venimos advirtiendo desde este medio, desde hace tiempo. Además, está claro que de cara a lo que viene, será el ajuste lo que deberá afrontar la sociedad.
