Siete de los deportistas terminaron con lesiones de poca gravedad tras el impacto de los perdigones esparcidos durante los disparos. Recibieron los primeros auxilios en el Centro Atención Primaria (CAPS) local y luego fueron derivados al Hospital Regional “Miguel Belascuain” de Concepción.
Ahí permanecieron internados hasta la mañana de ayer cuando fueron dados de alta. Según testigos, el agresor arribó al campo deportivo con una escopeta recortada que habría sacado de la casa de su abuela. Sin mediar palabra, habría efectuado al menos tres disparos. Enseguida huyó. El muchacho, que sería menor, está individualizado y se está en procura de su aprehensión.
Desconocemos por ahora los móviles del ataque. No se descarta que el joven haya actuado bajo los efectos de alguna sustancia prohibida. Eso se determinará en las investigaciones y pericias que se iniciaron y se profundizarán una vez aprehendido el atacante” dijo el comisario mayor Raúl Cornejo, jefe de la Regional Sur de la Policía.
Vecinos de la zona sostienen que el agresor habría reaccionado a bromas que le habrían hecho algunos de los futbolistas, pues momentos antes del encuentro estuvo en la cancha y se retiró enfurecido por las mofas del que habría sido objeto. Momento después regresó armado. En el caso interviene el fiscal Miguel Varela, de la Fiscalía de Graves Delitos.