Luego de lo que fue la reunión mediante videoconferencia con los gobernadores provinciales, el presidente quedó notablemente preocupado. Y es que los mandatarios le transmitieron su temor a que la tan temida ola de coronavirus finalmente llegue a la Argentina justo cuando está a punto de comenzar el otoño y a exactamente un año desde que se decretó la cuarentena estricta en todo el país.
Justamente, esa es la idea que ronda por la cabeza de Alberto Fernández a pesar de que lo negarán de aquí en más. Y es que los gobernadores le expresaron que no quieren quedar mal ante sus habitantes y le solicitaron que se haga cargo de transmitirle a la sociedad la mala noticia de una nueva vuelta a la cuarentena estricta en el caso de que los casos de coronavirus continúen en aumento.
Es por ello que el mandatario nacional decidió realizar un llamado de atención por medio de su primera cadena nacional desde que llegó al poder, como una manera de preparar el terreno ante la posibilidad de decretar nuevamente una cuarentena estricta. En ese marco, ayer por la noche advirtió las dificultades que se avecinan y apuntó a despertar la conciencia sobre la necesidad de reforzar los cuidados.
En realidad, el Gobierno nacional aspira a que el mensaje de anoche sea tenido en cuenta más que nada como una especie de mensaje del tipo “el que avisa no traiciona”. Y es que la idea sería la de echarle la culpa a la gente en el caso de que los contagios sigan su escalada de los últimos días en varias de las provincias argentinas. Entonces, se recordará el mensaje de anoche como una suerte de “yo les avisé pero no hicieron caso”.
Se trató también del puntapié de una campaña de prevención que el Gobierno nacional pondrá en marcha en los próximos días. Y es que el presidente Fernández está preocupado por el avance del coronavirus en la Argentina y en la región. Es por eso que trabaja en nuevas restricciones que, posiblemente, se informen durante el transcurso del día de hoy y están orientadas a reducir aún más la salida y el ingreso del país.
Pero esta medida será apenas el comienzo de una serie de restricciones más fuertes que tiene planeado el oficialismo. En ese sentido, los gobiernos provinciales comenzaron a evaluar la posibilidad de que vuelvan las restricciones a la circulación en las rutas ante el aumento de los contagios de coronavirus. Es por ello que le pidieron su apoyo a Fernández para que se ponga al frente de la hipotética vuelta a la cuarentena estricta.
Sin embargo, hablar de este punto pone los pelos de punta a los productores rurales y a los transportistas de cargas que, en 2020, padecieron las consecuencias de no poder moverse. Algunos asesores políticos advierten que no es conveniente volver a foja cero y prohibir la circulación. El argumento es el malestar que podría estallar en los sectores productivos en caso de tomar esas medidas. Es cuestión de tiempo para saber qué decidirá Alberto Fernández.
