Están esperando cumplir los 16, 17 o 18 años para sacar su primera licencia de conducir. Desde hace más de una década, obtener el permiso dejó de ser un simple trámite. Atrás quedaron las anécdotas de aquellos municipios en los que se conseguía el carnet con un servimoto. Hoy los jóvenes tienen que hacer un curso y rendir una prueba escrita y práctica. Por eso, no son pocos los que desaprueban y deben volver a intentarlo.
Según los expertos, el grado de dificultad que tiene el examen no es muy alto en comparación con otros países. Ahora se sumó un nuevo requisito: la Agencia Nacional de Seguridad Vial presentó “Mi primera licencia”, un curso obligatorio para los jóvenes entre 16 y 21 años de todo el país que quieran obtener el permiso para manejar autos o motos. Quienes no tengan el certificado de esa capacitación no podrán avanzar ni pasar la prueba.
¿Aporta este curso mayor rigurosidad al examen? Los instructores consultados tienen algunas dudas. Hay quienes consideran que en las capacitaciones presenciales que se hacían hasta ahora los jóvenes podían aprender más que de forma virtual. Y que se podía crear más responsabilidad y conciencia entre los futuros conductores, teniendo en cuenta que las principales víctimas de siniestros viales en el país son menores de 30 años.
Según estadísticas oficiales, durante 2022 casi la mitad de los fallecidos en siniestros viales tenían entre 15 y 34 años y, cuatro de cada 10 muertes se produjeron en colisiones en las que estuvieron involucradas motocicletas.
De qué se trata
“Mi primera licencia” se trata de un curso enteramente online que consta de cinco módulos con lecturas, infografías y animaciones que tienen información sobre la licencia de conducir, los elementos de seguridad de autos o motos, conducción segura y eficiente, factores de riesgo, condiciones psicofísicas de un conductor, perspectiva de género, estrellas amarillas, señales y leyes de tránsito.
La cursada es obligatoria para los más de 200.000 jóvenes menores de 21 años que todos los años tramitan su primera licencia. Una vez terminada la capacitación on line, se podrá descargar un certificado que luego deberá ser presentado en el Centro Emisor de Licencias de Conducir para rendir un examen teórico y uno práctico.
Jorge Nelson Ruiz es instructor y examinador vial en la Municipalidad de Las Talitas. Esta localidad proyectó una escuela de manejo para motociclistas, pero hasta ahora no pudo materializar esa idea.
Ruiz cuestionó el nuevo curso virtual. “Pienso que queda en cada aspirante si lo quiere leer o pasar la página. De forma presencial, en los cursos que yo dicto, hay muchas consultas que se pueden hacer en vivo y en directo, resolver más dudas. Además, cuando es cara a cara se puede crear conciencia, porque son estos jóvenes los que después salen a las calles y son los que más sufren los accidentes de tránsito. Nosotros seguiremos dictando cursos en forma presencial y recomendando que lo hagan; claro que los que vengan con el certificado de su cursado virtual tendremos que respetarlos. De la misma manera, pienso que ahora los aspirantes van a desaprobar más el examen escrito”, sostuvo. “En un curso virtual no les dicen cosas fundamentales que tienen que ver con la prevención. Les hago hincapié en lo vulnerables que somos en una moto”, ejemplificó.
Según detalló, esa prueba consta de 45 preguntas y deben responder correctamente el 90%. Caso contrario tienen que volver a rendir a los 30 días. Luego, rinden la parte práctica en una pista que arman a la vera de la autopista, a metros del municipio de Las Talitas.
José Garzón, subidirector de transito de Yerba Buena, a cargo de la emisión de carnets de ese municipio, contó que hasta ahora es baja la cantidad de desaprobados entre las personas que concurren a los cursos presenciales.
Por semana entregan entre 70 u 80 licencias, la mayoría de los que sacan por primera vez son motociclistas. “Creo que lo bueno del nuevo curso es que está enfocado a los jóvenes, que son los que más índices de accidentes presentan”, evaluó. Sin embargo, dijo que habrá que esperar para cuál es el impacto que tiene, si habrá más o menos desaprobados en las pruebas. “De todas formas, queda a discreción de los centros de emisión pedir que se hagan los cursos presenciales”, opinó.
En el examen escrito, hay 50 preguntas y pueden tener cinco errores. En la práctica le toman varias cosas, entre ellas las fallas que puede tener el vehículo, si sabe usar los espejos, avanzar retroceder, estacionar. Las evaluaciones se hacen una pista en avenida Perón y Salta. (Por más información, se buscar en el perfil de Instagram: centrodeemisiondelicenciayb).
En Tafí Viejo, según detalló Julio Díaz -secretario de Control y Convivencia Ciudadana-, se entregan 45 licencias por día. Las pruebas de manejo, tanto escritas como prácticas, son muy rigurosas ya que son los jóvenes los que más participan en choques. Los que mayormente sacan por primera vez el permiso son motocilistas, y por lo tanto son ellos los que más suelen desaprobar los exámenes.
“Aunque hay falencias, es cierto que estamos mejor que antes en relación a la entrega de licencias en los municipios de Tucumán que están adheridos a la Ley Nacional de Tránsito y que entregan la licencia nacional”, sostuvo Claudio Artaza Saade, perito en Seguridad Vial y secretario de la Fundación Alerta en el Camino.
El principal problema, según el experto, es la forma en la que los jóvenes aprenden a manejar. No hay escuelas para instruirse en una cuestión muy delicada, porque cuando uno sale con un vehículo a la calle hay vidas en juego.
La ley establece la obligatoriedad de los aspirantes a una licencia a asistir a un curso teórico-práctico de educación para la seguridad vial en una escuela pública o privada habilitada. Sin embargo, casi no hay escuelas; en Tucumán hay una sola habilitada (pública), en Las Talitas, y no funciona”, recalcó. Por otro lado, señaló que la ley establece que no cualquier persona puede enseñar a manejar. Es más, si se comprueba que alguien enseñando a conducir, puede ser multado.
Examen: las dudas más frecuentes, las preguntas que más fallan
El examen sobre detección de fallas mecánicas del vehículo es uno de los que más complicaciones genera a los aspirantes. Frente al volante, deben contestar sobre los problemas básicos que puede presentar un auto y cómo se puede revertirlos (por ejemplo, falta de aceite, agua y líquido de frenos, neumáticos dañados, luces en el tablero o ruidos extraños).
Aunque muchos piensan que el “cuco” del examen práctico es estacionar bien, a veces los aspirantes desaprueban porque no conocen las señales de tránsito o por no colocarse el cinturón de seguridad apenas se sientan en un vehículo.
En el examen escrito, las dudas más frecuentes tienen que ver con la ley nacional. Otras están relacionadas con palabras que los jóvenes desconocen; por ejemplo, qué es la ochava. Una cuestión por la que se equivocan es porque no saben quién tiene prioridad en una rotonda (el que va entrando).
En el caso de las esquinas, saben que tiene prioridad quien viene por la derecha, pero no saben por qué. Es porque en caso de choque quien recibe el mayor impacto es él.
Hay preguntas eliminatorias; por ejemplo, si ponés que con luz roja podés avanzar.
Capital: unos 5.000 aspirantes desaprueban el examen para obtener el permiso
“Hay tucumanos que no entienden que manejar no es un derecho, sino una responsabilidad”, expresa el Subsecretario de Tránsito de la capital, Enrique Romero. Según el funcionario, en el ámbito del tránsito es donde menos se respetan las reglas, lo cual afecta directamente la seguridad vial. De ahí, que sea tan importante la preparación de alguien que va a sacar su carnet por primera vez. “El reto es combatir el analfabetismo vial que existe hoy y mejorar la seguridad en calles, avenidas y rutas, con educación y prevención vial desde el nivel pre escolar hasta el nivel terciario. Estamos frente a una negligencia activa: creen que manejan bien y lo hacen notar conduciendo rápido y tomando riesgos. Desafían continuamente las normas. Muestran un perfil agresivo, poco solidario y desafiante”, sostuvo. “De ahí que la licencia de conducir no sea un derecho, sino un privilegio”, añadió.
Según los datos que proporcionó, en 2020 se emitieron 60.179 licencias; en 2021, 105.507; en 2022, 92.587 y en lo que va de este año se entregaron 58.629 licencias, de las cuales un 90% tiene desde 2 a 5 categorías incluidas en el mismo carnet, y un 10% es solo de motos.
“Para obtener la licencia de conducir se dictan dos tipos de cursos: uno virtual que está a cargo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y otro presencial, que corre por cuenta de la Dirección de Tránsito. Se dicta además el curso de estrellas amarillas, de género, de RCP (reanimación cardiopulmonar) y “Mi primera licencia”.
Se evalúa al solicitante de la licencia en forma teórica y práctica. El examen teórico consta de 60 preguntas en las categorías particulares (auto, moto, camioneta) y 90 en las categorías profesionales (taxis, ómnibus, ambulancias, patrulleros, transportes programados, etcétera) y se aprueba el examen si contestan bien el 90 % de las preguntas”, detalló.
El examen práctico consta de dos partes: detección de fallas (funcionamiento del vehículo por ejemplo: calibrado de gomas, indicadores lumínicos, medida de aceite) y la prueba de manejo en sí. En motos se toma el examen práctico en pista interna y el de los demás vehículos, en la vía pública.
Desaprueba y debe volver a rendir el 5 % de los postulantes, ya sea por desconocimiento de las normas, detección de fallas o por problemas de maniobrabilidad del vehículo.
La evaluación médica, según explicó, se realiza al 100% de los solicitantes. El 60% de los aspirantes aprueba. El 30% debe proporcionar Informes complementarios. Además, el 5% es observado en el examen psicológico y un 1,7% es derivado a terapia para control de ira. Otro 5% es desaprobado.
