Dos hombres, un policía y un presunto delincuente, fueron procesados por la Justicia Federal luego de que se comprobara que el primero de ellos había intentado entregarle una bolsa que contenía drogas al segundo, mientras este último se encontraba detenido en uno de los calabozos de la seccional 8, ubicada en inmediaciones del barrio San Martín.
En un primer momento, la Justicia había decidido absolver a los sospechosos, pero los miembros del Ministerio Público Fiscal federal decidieron apelar la resolución y la Cámara Federal de Apelaciones avaló la presentación, por lo que debió dictarse una nueva sentencia.
Las actuaciones se iniciaron con el acta de procedimiento del día 17 de julio del 2022, en circunstancias en “que un sargento de la Policía de Tucumán, se encontraba en el baño de dicha dependencia, escuchó que uno de los detenidos de la comisaria estaba hablando en el sector de arrestos. Ante ello, dijo, salió del baño y observó a otro policía que estaba en la puerta principal del arresto, la cual estaba abierta, hablando con un detenido”. En ese momento el sargento vio que el otro policía le entregaba una bolsa de plástico al preso, el cual al verse descubierto la tiró al piso. Posteriormente, al abrir la bolsa ya en otro sector de la comisaría y con el detenido encerrado en el calabozo, los policías descubrieron que contenía “alimentos y un envoltorio de plástico semitransparente, cerrado, color celeste, el cual contenía 05 envoltorios con trozos de sustancia vegetal compacta con un peso total de 03 gramos, un envoltorio pequeño de plástico transparente continente de sustancia blanquecina que dio positivo para cocaína con un peso menor a un gramo, un teléfono celular y unos comprimidos de forma rectangular, color celeste”. Los análisis posteriores confirmaron que se trataba de marihuana, cocaína y pastillas de benzodiacepinas.
Los investigadores se basaron sobre todo en las declaraciones. El policía que descubrió la droga fue consistente en sus datos. Y además el sospechoso dio detalles que luego no se corroboraron. Por ejemplo, intentó deslindar responsabilidades diciendo que la bolsa se la habían dado los familiares del detenido para que se la entregue, asegurando que contenía comida. Pero esto fue desvirtuado tanto por los otros policías de la comisaría como por el mismo detenido que dijo que no había recibido visitas ese día.
Según la resolución del juez federal José Manuel Díaz Vélez, la conducta del policía “se adecua al tipo descripto en el artículo 5 inciso “e” de la Ley 23.737, entrega, suministro y/o facilitación de sustancias estupefacientes, con los agravantes del art. 11 inc. “d” en tanto el hecho habría sido cometido por un funcionario encargado de la guarda de presos e inc “e” en tanto el delito se cometió en un lugar de detención”. “Las evidencias agregadas permiten corroborar el hecho de que el acusado, quien es personal de la Policía de Tucumán y estaba encargado ese día de los hechos de cumplir funciones de cuartelero en la Comisaría Octava, hizo entrega al interno de una bolsa con sustancias estupefacientes”, afirmó el juez. Y además dio por comprobado que el detenido ya tenía la droga en su poder cuando fue sorprendido por el otro policía. Por eso decidió procesar, sin prisión preventiva, a ambos y trabar un embargo de $ 100.000 a cada uno.
