El jueves último a la mañana, en pleno microcentro de San Miguel de Tucumán, Susana Trimarco, referente de la lucha contra la trata con fines de explotación sexual golpeó una puerta en el tercer piso de un edificio sobre la calle 25 de mayo al 300.
Cuando un hombre abrió, Trimarco, que estaba acompañada por un grupo de abogados y periodistas, le dijo: “Hay una denuncia y un expediente de que en este departamento están prostituyendo mujeres. Y eso es ilegal”.
La periodista Mariana Romero contó el minuto a minuto en un hilo de Twitter, comenzando por explicar que Trimarco se había acercado al lugar “cansada de que no salga el allanamiento”. Según informaron desde la Fundación María de los Ángeles en un comunicado que se difundió hoy, su presidenta fue “en el marco de las denuncias realizadas por vecinos, la administración del edificio, la fundación y la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAyF) y ante la inacción de la Justicia”.
En una charla telefónica con La Nación, Trimarco contó que desde el viernes recibieron en la fundación “otras 15 denuncias de edificios donde estos delincuentes ejercen la prostitución”. Por otro lado, agrega que fueron a la justicia federal a presentar la documentación recolectada, que incluye fotos, videos de cámaras de seguridad, y “todo lo que filmó la prensa cuando los dejaron pasar al departamento: había bolsas de preservativos y un cartel de Mercado Pago para que los clientes pagaran por ese medio”.
Trimarco explica que van a “exigir que investigue la Gendarmería o la Policía Federal, no la de la provincia, porque integrantes de esa fuerza iban uniformados al prostíbulo, como mostraron las cámaras de seguridad: es una vergüenza. Son clientes. Son cómplices”.
Cuando llegó al edificio, Trimarco se encontró con que en el departamento en cuestión estaban los presuntos inquilinos (una pareja) junto a una mujer. “Por la mañana entraban entre 30 y 40 tipos; por la tarde, ¿otros 30 o 40?, dijo a las cámaras. Y agregó: “Los vecinos se quejan porque no pueden dormir, cuentan que tienen que poner la televisión a todo volumen y que los chicos preguntan: ‘Mamá, ¿por qué llora esa señora? ¿Por qué se queja?’”. Con respecto al material que se presentó junto a las denuncias, detalló: “En la filmación hay nenas de 14, 15, 17 años. Yo las vi”.
Respecto a las modalidades que suelen usar los tratantes para captar a las mujeres, Trimarco le explicó a La Nación: “Con la fundación se contactaron como cinco chicas y contaron cuál era el sistema. Sacan un aviso en las redes sociales o en una página de Internet, les ofrecen trabajo y les dicen que van a ganar un montón de plata desde sus casas. Cuando van, las captan. Me contaban que iban médicos del sanatorio que está enfrente al departamento, integrantes del Poder Judicial y de la policía. Una de las chicas que vino ayer temblaba de miedo y no tenía ni para comer. Quiere declarar en Cámara Gesell porque le tiene terror al proxeneta. Dice que mientras estaba en un servicio, él la miraba desde la puerta con un arma y le decía: ‘La próxima tenés que esforzarte más’”.
En el comunicado difundido por la Fundación María de los Ángeles, se informa que el 6 de julio pasado, la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) representada en la provincia por el Daniel Weisenberg, “solicitó un allanamiento fundamentado en elementos probatorios basados en fotos, videos y testimonios de vecinos que evidenciaban gritos y llantos de mujeres, disturbios, ruidos molestos a altas horas y un constante ingreso y egreso de hombres a uno de los departamentos del tercer piso, señalado como un posible prostíbulo, lo que podría configurar el delito de trata de personas. Por razones que aún no han podido esclarecerse, esta medida nunca se cumplió”.
En sus últimos tuits, Mariana Romero contó cómo el inquilino del departamento aprovechó un momento de confusión para sacar “a la chica que estaba encerrada” en ese domicilio “por las escaleras a toda velocidad”. “Ya no podremos saber quién era, ni para que declare como testigo ni, eventualmente, como presunta víctima”, se lamentó la periodista. Horas después, agregó: “Son las 16.30 y ya aparecieron tres víctimas. Hablé con las tres. Los relatos son detallados y coincidentes: ahí funcionaba un prostíbulo”.
Con respecto a la causa penal que la Fundación María de los Ángeles está impulsando, Trimarco cuenta que, además de trata incluiría los delitos de robo y usurpación, dado que, según detalla, los presuntos inquilinos buscaban apropiarse de la propiedad. Detalla que supo que la inquilina tenía varias causas previas vinculadas a estos delitos y que ayer, en medio de la vorágine, le gritó: “Yo sé dónde está tu hija, le hicieron una cara nueva, está espléndida y es dueña de un prostíbulo VIP. Vos lo sabés, si te está mandando plata”.
“Me quería lastimar, es una descarada. Ahora va a tener que ir a decirlo a un juzgado federal”, dice Trimarco. Y concluye: “Nosotros vamos a seguir con esto junto a todo el equipo de la fundación para desarmarle este negocio a los tipos. Antes yo lo hacía mucho: salía todas las noches a hacer los recorridos cuando buscaba a mi hija. Pero llega un momento en que uno se cansa, ya estoy grande. Ayer tomé fuerzas y dije: si la gente me pide auxilio y la Justicia no hace nada, yo tengo que hacerlo, no puedo ser que sigamos en estas condiciones”.