Humo, un humo blanco que escala la cumbre y se expande sin control. Esa fue la imagen que -desde las cercanías del cerro Pabellón- alertó a los vecinos y a los visitantes que pasaban el fin de semana en Tafí del Valle.
El incendio del cordón montañoso comenzó el sábado por la madrugada, pero debido a la magnitud de las llamas, el cuerpo de bomberos de la villa turística debió esperar que el fuego menguara para emprender su trabajo.
“Desde el domingo hay una evolución favorable de la situación. La brigada forestal de Defensa Civil está trabajando desde la mañana junto al personal de la policía. Además contamos con un helicóptero a nuestra disposición”, detalló Brenda Lazarte,operadora de los Bomberos Voluntarios, en relación a las tareas de control que se realizaron ayer.
Según informó Lazarte, por ahora no existe riesgo de que el incendio descienda al pie del cerro y afecte los puestos que hay allí. “El foco de las llamas logró estabilizarse en la cima. Siempre que no afecte a los pobladores debemos trabajar tranquilos. En Tafí del Valle el viento es inestable y corre de un lado a otro así que hay que aprovechar e intensificar el trabajo cuando las condiciones climáticas están a nuestro favor”, explicó.
Culpa de… ¿un puma?
Aunque el motivo del incendio todavía es incierto ya circulan algunas hipótesis. Entre ellas, el intendente de Tafí del Valle Jorge Yapura Astorga sugirió en el informativo “Buen Día” de LA GACETA Play que podría relacionarse con una práctica habitual entre los baqueanos: prender fuego los pajonales de altura para ahuyentar a los “leones” (pumas) que acechan el ganado de los pobladores del cerro.
“Si bien el conflicto entre esta especie y las personas que crían ganado es centenario, estamos hablando de un animal poco común”, comentó Juan Pablo Juliá, director de la reserva de Horco Molle en referencia a los dichos del intendente tafinisto. Además, explicó que para capturar a los pumas suelen usarse trampas. “Las colocan en torno a la presa que el animal cazó y esperan a que regresen para seguir alimentándose. Este acto es un problema grave porque muchos pumas son asesinados y las crías huérfanas terminan en manos privadas o en los centros de rescate”, precisó.
En vez de involucrar en el entramado del incendio a esta especie animal, Juliá resaltó que el fuego en los cerros suele ser iniciado por personas que buscan limpiar las zonas del cordón montañoso para expandir el pastoreo del ganado.
En efecto, el fantasma de la Amazonia brasileña también se replica en Tucumán. “El último incendio importante que sufrimos en el terreno fue hace unos tres años. Muchas veces estos hechos ocurren porque se quiere ganar terreno para la agricultura o la ganadería”, expresó Lazarte.
Sin embargo, hay algo que cambió: los deseos de preservar el ambiente natural. “No paramos de recibir llamadas desde el sábado. Ahora los ciudadanos están más atentos porque saben los daños que pueden ocasionar los incendios en la naturaleza”, destacó la integrante del cuerpo de bomberos tafinistos.
> Dónde viven y qué comen los pumas
– Sus presas nativas son las corzuelas y, en las zonas de alta montaña, los guanacos. En el caso del ganado doméstico cazan terneros, potrillos y cabras.
– El hábitat natural de los pumas abarca las sierras de San Javier, la zona de Tafí del Valle y el espacio selvático de Las Yungas. La especie no suele acercarse a zonas urbanas.
– Los predadores ocupan un área de 25 a 100 kilómetros cuadrados de territorio según la disponibilidad de alimentos que haya en el territorio.
– En la actualidad Horco Molle no cuenta con ejemplares de esta especie. Sin embargo, la reserva tucumana piensa en traer dos pumas desde un centro de rescate en Jujuy.