Amazon, la principal firma de comercio electrónico del mundo fue fundada por Jeff Bezos el 5 de julio de 1994. Nació como un portal dedicado a la venta de libros. Sin embargo, en ese entonces el actual CEO de la compañía, tenía una visión para el crecimiento explosivo de la compañía y el dominio del mercado. Sabía desde el principio que quería que Amazon fuera una plataforma que vendiera de todo.
Veintisiete años después, Bezos dejará su cargo tras obtener miles de millones en ganancias. En ese marco, el portal Business Insider recogió fragmentos del libro de 2013 del autor Brad Stone sobre los orígenes de Amazon, dio cuenta de la imagen de los primeros días de la empresa y cómo se convirtió en el gigante que es hoy.
En ese contexto, el portal estadounidense recordó que Jeff Bezos originalmente quería llamar “Cadabra” a su nueva compañía, una palabra que sonaba a mágica. Remarcó que el primer abogado de Amazon, Todd Tarbert, lo convenció de que el nombre sonaba demasiado similar a “cadáver”, especialmente por teléfono.
Finalmente eligió Amazon porque le gustaba que la empresa llevara el nombre del río más grande del mundo, de ahí el logotipo original de la empresa.
Otro hecho curioso tiene que ver con que en los primeros días de Amazon, una campana sonaba en la oficina cada vez que alguien hacía una compra, y todos se reunían para ver si conocían al cliente. “Solo pasaron unas semanas antes de que la campana sonara con tanta frecuencia que tuvieron que apagarla. En el primer mes de su lanzamiento, Amazon ya había vendido libros a personas en los 50 estados y en 45 países diferentes”, destacó la publicación, que recogió otras historias curiosas sobre la compañía.
Un libro sobre líquenes salvó a Amazon de la quiebra: En los comienzos del gigante del comercio electrónico, los distribuidores de libros requerían que los minoristas pidieran 10 libros a la vez, y Amazon no necesitaba tanto inventario todavía (o no tenía tanto dinero), detalló el portal.
En ese sentido, el equipo descubrió una laguna: aunque los distribuidores exigían que Amazon ordenara 10 libros, pedían uno que necesitaban y nueve copias de un libro sobre líquenes, que siempre estaba agotado.
60 horas de trabajo por semana:Bezos esperaba que los empleados trabajaran por lo menos 60 horas a la semana.Otro hecho curioso tiene que ver con que en los primeros días de Amazon, una campana sonaba en la oficina cada vez que alguien hacía una compra, y todos se reunían para ver si conocían al cliente (REUTERS/Clodagh Kilcoyne/File Photo)
“Uno de los primeros empleados trabajó tan incansablemente durante ocho meses, yendo y viniendo en bicicleta del trabajo temprano en la mañana y muy tarde en la noche, que se olvidó por completo de la camioneta azul que había estacionado cerca de su apartamento. Nunca tuvo tiempo de leer su correo, y cuando finalmente lo hizo, encontró un puñado de multas de estacionamiento, un aviso de que su automóvil había sido remolcado, algunas advertencias de la compañía de remolque y un mensaje final de que su auto había sido vendido en una subasta”, detalló.
“Equipos de dos pizzas”: A principios de 2002, Bezos introdujo este concepto. “Los empleados se organizarían en grupos de menos de 10 personas, el número perfecto para quedar satisfecho con dos pizzas para la cena, y se esperaba que trabajaran de forma autónoma”, destacó el portal.
En ese sentido, dijo que los equipos debían establecer metas estrictas, con ecuaciones para medir su éxito. Esas ecuaciones se denominaron “funciones de aptitud” y el seguimiento de esos objetivos era la forma en que Bezos administraba a sus equipos.
“Deberíamos intentar encontrar una manera para que los equipos se comuniquen menos entre sí, no más”, pensaba el multimillonario.
Los clientes insatisfechos:De acuerdo al portal, en su libro comenta que cuando los empleados de Amazon recibían un correo electrónico con el signo de interrogación de Bezos, reaccionaban como si hubieran descubierto una bomba de relojería.Bezos eligió Amazon porque le gustaba que la empresa llevara el nombre del río más grande del mundo, de ahí el logotipo original de la empresa (REUTERS/Lindsey Wasson/File Photo)
“Por lo general, tienen unas pocas horas para resolver cualquier problema que el CEO haya señalado y preparar una explicación detallada de cómo ocurrió. Una respuesta que será revisada por una sucesión de gerentes antes de que la respuesta sea presentada al propio Bezos. Tales escaladas, como se conoce a estos correos electrónicos, son la forma de Bezos de garantizar que la voz del cliente se escuche constantemente dentro de la empresa”, explicó.
Los “gritos primarios” como liberación terapéutica:Amazon contrata trabajadores de temporada, pero la temporada navideña sigue siendo extremadamente estresante para los equipos de logística, reseñó el portal.
En ese contexto, indicó que a principios de la década de 2000, Jeff Wilke, gerente de operaciones de Amazon, dejaba que cualquier persona o equipo que lograra un objetivo importante cerrara los ojos, se recostara y le gritara por teléfono a todo pulmón.
“Fiona” era el nombre en clave original del Kindle: De acuerdo a la publicación, el lector de libros digital Kindle obtuvo su nombre original de un libro llamado “The Diamond Age” de Neal Stephenson. Era una novela ambientada en el futuro sobre un ingeniero que roba un libro de texto interactivo poco común para dárselo a su hija Fiona, hambrienta de conocimientos.
“El equipo que trabajó en los prototipos de Kindle pensó en ese libro de texto ficticio como la plantilla para el dispositivo en el que estaban trabajando”, afirmó.El lector de libros digital Kindle obtuvo su nombre original de un libro llamado “The Diamond Age” de Neal Stephenson. REUTERS/Gus Ruelas
Y añadió que el equipo finalmente le suplicó a Bezos que mantuviera el nombre de Fiona, pero se decidió por otra sugerencia, Kindle, porque evocaba la idea de iniciar un incendio.
Un jefe exigente: Bezos era conocido por sus respuestas explosivas o sarcásticas a los empleados si no estaba contento con lo que le informaban. Según el portal, se dijo que había contratado a un entrenador de liderazgo para tratar de mantener bajo control sus duras evaluaciones.
Durante una reunión memorable, Bezos se enfureció con sus gerentes de manera devastadora y les dijo que deberían volver en una semana cuando descubrieran lo que están haciendo mal. “Luego caminó unos pasos, se quedó paralizado como si de repente se le hubiera ocurrido algo, se dio la vuelta y agregó: ‘Pero todos hicieron un gran trabajo’”.