Lo que debería haber sido una situación común en cualquier edificio, terminó transformándose en un misterioso caso. Una mujer que reside el complejo de departamentos de Moreno al 300, le avisó al portero que desde el hueco del ascensor salía mal olor. El trabajador decidió investigar de dónde salía esa nauseabundo aroma. Se dirigió al subsuelo y descubrió el cadáver de un joven que alquilaba una vivienda allí. Con el resultado de la autopsia se confirmará o descartará la hipótesis de los investigadores: se habría tratado de una muerte accidental.
“No puedo decir que pasó porque ayer vine de vacaciones. Hoy salí a trabajar y me encontré con este enorme movimiento de policías. No lo podía creer. Al chango ese me lo crucé un par de veces. Parece que era un estudiante de medicina o un profesional recién recibido de otra provincia que acababa de llegar a Tucumán”, explicó Hugo Ibáñez.
Dirigidos por el fiscal Diego López Ávila y supervisados por el auxiliar Guillermo Giordano y el prosecretario Luis Maceo, la escena fue analizada por policías y peritos del Equipo Científico de Investigación Fiscal. Según confiaron fuentes judiciales, el fallecido, identificado como Matías Ezequiel Solares Rotnitzky, de 35 años, arribó el domingo a las 8 al edificio con una valija. Luego, según las cámaras de seguridad, se dirigió a su departamento donde dejó el equipaje.
A los pocos minutos se lo observa dirigiéndose a tomar el ascensor. Al parecer, el hombre se confió que aún estaba en el lugar intentó subir y cayó al vacío. Los investigadores confirmaron además que analizaron el departamento y no sólo encontraron que la valija estaba a la par de la puerta, sino que además todo estaba perfectamente ordenado. También estaban todos los objetos de valor en el interior de la vivienda y al requisar el cuerpo, descubrieron que tenía en su poder la billetera con dinero y su celular. Esos son indicios suficientes para sospechar de que no fue víctima de un homicidio en ocasión de robo.
En un primer análisis, los forenses señalaron que sólo presentaba las lesiones típicas de una caída. Sin embargo, recomendaron que sea sometido a una autopsia para determinar si no presenta alguna herida que permita establecer si fue víctima de un crimen y, el o los autores, para despistar, arrojaron el cuerpo al hueco del ascensor para hacer creer que su muerte fue accidental. Se confirmó que Solares Rotnitzky era oriundo de San Pedro de Jujuy y que sería médico.