La Policía lo encontró en un campo cercano. Había intentado quitarse la vida con un arma blanca. Minutos antes habría ultimado de un disparo a su pareja en el barrio El Palmar, de Famaillá. Este fue el femicidio número 12 que se registró en la provincia, uno más que el año pasado.
Cerca de las 17, los vecinos de ese barrio, ubicado a 300 metros de la ruta 323, se espantaron con el sonido de un disparo que provino de la casa de Alejandra Marcela Martínez, de 38 años. Varios de ellos se aproximaron al lugar y se toparon con “Quity” Ramos, la pareja de la víctima, intentando prender fuego a la humilde vivienda. Por los gritos de los vecinos, el hombre, cuya edad aún no trascendió, se escapó del lugar.
Varios de los habitantes del lugar ingresaron y encontraron a la mujer sin vida. Había recibido un disparo en la cabeza. A los pocos minutos, llegaron los bomberos voluntarios y personal de Defensa Civil, que sofocaron las llamas que amenazaban consumir la vivienda. Luego se presentaron los policías, que encontraron el arma homicida en el interior de la casa.
“El desgraciado ese se escapó rápido del lugar. Se había ido para el monte. Estaba como loco, respiraba fuerte y lloraba como un niño”, relató Mercedes Carrizo, habitante del barrio El Palmar. “Los policías salieron a buscarlo rápido”, agregó.
Una comisión policial logró ubicarlo en un campo sembrado. Estaba muy nervioso y, según las primeras versiones, habría intentado quitarse la vida con un arma blanca, pero no pudo cumplir con su objetivo. Los uniformados lo trasladaron hasta el centro asistencial para que sea atendido por las lesiones que se había provocado.
Ramos era pareja de Martínez, pero según confirmaron fuentes judiciales, no vivían juntos. “La verdad es que no puedo decir mucho. Sólo sé que él no tenía muy buenos antecedentes en el barrio”, comentó Juan Carlos Rodríguez.
Familiares y allegados de la víctima intentaron atacar al acusado cuando era detenido por los policías. Hasta el cierre de esta edición no se había determinado la víctima no había denunciado anteriormente al sospechoso por violencia de género.
Casos
También se registraron dos femicidios vinculantes
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, para visibilizar la gravedad de la violencia de género, comenzó a llamar femicidios vinculantes los casos en los que un violento mata a los familiares de su pareja o ex para vengarse. En lo que va del año, en nuestra provincia se produjo un hecho de estas características. Solange, de dos años, fue ahorcada por su padre en el barrio Las Tipas, de Lules. El progenitor luego se quitó la vida ahorcándose en una plantación de limón.
Por otra parte, la Justicia confirmó que Mariela Graciela Luna se suicidó y que no fue víctima de femicidio, como se pensó en un primer momento.
