El Presidente busca una salida a la crisis política. La solución es el nacimiento de un nuevo gabinete que represente a todos los sectores del Frente de Todos, en eso trabaja junto a sus principales colaboradores en la quinta presidencial de Olivos. Mantener la unidad de la coalición, puesta bajo presión, es el objetivo.
“Hay que rearmar un gabinete que represente la coalición y salir”, anticipó a primera hora de la mañana uno de los hombres de máxima confianza del jefe del Estado. La intención es presentarlo hoy o más tardar mañana, no hay margen para dilatar las definiciones.
Después de hacer público su enojo y elevar la presión, la vicepresidenta Cristina Kirchner aguarda esa respuesta. “Lo importante hoy es encauzar todo para llevar adelante las políticas necesarias para recuperar el bolsillo de la gente”, dijeron desde su entorno.
El Presidente permanecerá gran parte del día en la quinta presidencial de Olivos. Desde ahí intentará destrabar un conflicto que amenaza con poner fin a la coalición de gobierno. “La carta muestra las diferencias de miradas entre ellos. Pero el frente es más grande y la unidad es lo que debemos trabajar hoy para salvarlo. ¿Se puede? Claro, es política”, resumieron fuentes oficiales.
Pese a los intentos por minimizar el impacto de la crisis, en la Casa Rosada todo es preocupación. “Es un daño autoinfligido, la economía está creciendo y va a seguir haciéndolo, pero en alguna medida el daño está hecho. Igualmente, no hay margen para romper”, explicó uno de los integrantes del gabinete.
La principal opción sobre la mesa es que cada uno entregue una pieza clave. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, son parte de la negociación, pero hay otros nombres. El listado incluye a otros albertistas como Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo); pero también a camporistas como Luana Volnovich, titular del PAMI, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, responsable del control de los precios, uno de los déficit que resaltó la expresidenta.
El futuro de otros funcionarios de segunda línea, como Victoria Donda (Inadi) y Martín Sabbatella (Acumar), que también presentaron sus renuncias estaría fuera del gobierno. El malestar con ellos es total. Todos está sobre la mesa, según reconocieron fuentes oficiales. Tampoco hay señales sobre qué definición tomará el Presidente con su vocero, Juan Pablo Biondi, uno de sus incondicionales.
En estas horas, el problema no es la salida de los ministros y secretarios de Estado, sino quiénes los reemplazarían. Hasta el momento todos los intentos por sumar gobernadores resultaron infructuosos. Sergio Uñac (San Juan) rechazó la posibilidad de asumir en lugar de Wado de Pedro, pero hay mucho hermetismo sobre la función que podría asumir el tucumano Juan Manzur. ¿Nuevo jefe de Gabinete? Solo hay silencio como respuesta.
En su carta, Cristina Kirchner hizo pública su respaldo a esta jugada. “El martes 14 tuvo lugar, otra vez en Olivos, mi última reunión con el Presidente. Habían transcurrido 48 horas sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo. Allí le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete”, escribió la vicepresidenta, quien dio por superadas “las diferencias” con quien fue su ministro de Salud.
En medio de las negociaciones y el armado del nuevo gabinete, el Presidente volvió a su agenda de gestión. Alberto Fernández participó del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima (MEF, por sus siglas en inglés), un encuentro que convocó el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para dar un debate específico acerca de las acciones futuras y necesarias para abordar la crisis global del cambio climático.
Pero la normalidad duró solo un rato. Después de su presentación, el mandatario volvió a su despacho, ahí lo aguardaban sus incondicionales para avanzar con la meta del día: el nacimiento de su nuevo gobierno.