Detrás de los códigos QR presentes en miles de restaurantes, supermercados y negocios subyace un negocio millonario que enfrenta a bancos, Mercado Libre, la empresa más valiosa de la argentina, y el universo de las fintech. Se trata de una herramienta que se popularizó como medio de pago y que protagoniza un conflicto cruzado por la distribución de comisiones y las regulaciones del Banco Central.
Este mes, después de una serie de postergaciones que se arrastraban desde la gestión anterior, comenzó formalmente la última etapa de la llamada interoperabilidad de los códigos QR, con la entrada en vigencia de una norma del BCRA que dispone que estos códigos permitan la posibilidad de hacer pagos con tarjeta de crédito desde cualquier billetera digital, independientemente de cuál sea la empresa proveedora del QR.
El gran actor involucrado en este contexto es Mercado Pago, la unidad de negocios financieros de Mercado Libre, que gestiona la mayoría de los códigos QR desplegados en el país y opera la billetera digital de mayor participación del mercado.
Hoy, todos los QR son interoperables para pagos con transferencias o dinero en cuenta. Sin embargo, Mercado Pago se resistió a la apertura de sus códigos QR para abonar con tarjetas de crédito, a tal punto que logró estirar las fechas de implementación dispuestas por el Banco Central.
Argumentó durante los últimos meses que el desarrollo tecnológico era la causa que demoraba avanzar en la interoperabilidad. Días atrás, tras una serie de reuniones y conversaciones con el regulador, finalmente abrió su red.
Modo, la billetera digital que tiene como accionistas a los principales bancos del país, y Cuenta DNI (Banco Provincia), son las dos que solicitaron credenciales y están realizando pruebas para poner en marcha esta funcionalidad. “La interoperabilidad del QR impulsada por el BCRA favorece la competencia y libertad de elección de los usuarios. Realizar pagos digitales será más fácil para los usuarios, habrá menos pagos rechazados a partir de que los QR sean interoperables y los comercios podrán aceptar pagos de todas las billeteras, sin importar qué QR de cobro hayan contratado”, celebró Javier Bolzico, presidente de Adeba, la entidad que nuclea a los bancos privados nacionales.
Pero detrás de este proceso y su demorada implementación subyacen disputas irresueltas alrededor del reparto del negocio y las comisiones detrás del procesamiento de los pagos. Esta semana, Mercado Pago acusó a “las billeteras y sus bancos emisores” por el freno a la interoperabilidad. “Mantienen su rechazo a dichas cláusulas y se niegan a aceptar las condiciones”, dijeron en la empresa, sobre una cuestión no definida en la regulación.
Es que el BCRA impuso a todos los dueños de QR la obligatoriedad de la apertura (en este caso, que desde cualquier billetera digital se pueda escanear un QR de Mercado Pago y realizar un pago con tarjeta de crédito), pero no estableció pautas para la distribución de las comisiones, que incluso fueron liberadas a través del DNU 70/30. “Como sucede en todos los servicios y relaciones entre actores del sistema de pagos (por ejemplo, la red de cajeros automáticos), el uso de la red de QR tiene un costo y requiere acuerdos contractuales de términos y condiciones entre los actores del sistema”, retrucan en la empresa de Marcos Galperin.
Las negociaciones están en marcha e involucran a fintech, billeteras, bancos privados y el BCRA, a través de Cimpra (Comisión Interbancaria para los Medios de Pago de la República Argentina), pero todavía no hubo definiciones.
El argumento de Mercado Pago es reclamar una comisión (peaje) a partir de la inversión que realizó para el desarrollo y consolidación de los QR. La herramienta es popular en países emergentes como los del sudeste asiático y fue introducida en la Argentina por su iniciativa desde 2018. “Es lo mismo que los bancos, que cobran por el uso de los cajeros automáticos”, ilustran.
Del otro lado, los bancos, que emiten tarjetas de crédito y son los dueños de la billetera digital Modo, se resisten a este cobro. “Mercado Pago intenta cobrar una comisión adicional por el uso del QR, aunque ya cobra lo que les corresponde a todos los adquirentes”, dicen en el sector a LA NACION, sobre una disputa que aún está irresuelta.
En marzo pasado, se registraron 36,4 millones de operaciones realizadas a través de códigos QR interoperables, de acuerdo con cifras del Banco Central. Y según Mercado Pago, actualmente el 86% de los pagos a través de QR se realizan con transferencias o dinero en cuenta, y solo el 14% restante corresponde a los pagos con tarjeta de crédito. Pero, claro, este universo podría modificarse si se pone en marcha la interoperabilidad plena, lo cual abre un potencial negocio millonario en un segmento donde la rentabilidad se asocia con la escala.
Y paralelamente a este debate sobre cómo se distribuyen comisiones por los pagos entre las billeteras, las tarjetas y la empresa titular del QR, existe otro conflicto latente, vinculado con la apertura de las billeteras: la regulación actual dispone que los QR acepten pagos con tarjeta de crédito de otras apps, pero no disponen lo inverso para las billeteras. En otras palabras, más allá de la interoperabilidad del QR, las billeteras (Mercado Pago, Modo, etc.) pueden hoy no habilitar a que los usuarios usen sus tarjetas de crédito para pagar si leen QR de otras empresas.
Lucas Llach, exvicepresidente del BCRA (2015-2018) e impulsor de los pagos digitales durante su gestión, advierte sobre esta cuenta pendiente en la regulación y por el riesgo de “integración vertical” en el sector, que podría afectar la competencia. “La esencia de la discusión es esta”, dice en diálogo con LA NACION.
“En el sector hay tres actores: el de emisores de tarjetas, la app y el dueño del QR. Uno podría imaginar una billetera que hicieron emprendedores cripto, que incorpora una tarjeta de un banco privado y le paga al QR de Mercado Pago. Y si uno de los actores te induce a usar su misma marca en otros mercados o te deja usar la tarjeta en un QR solo si usas su app, te está forzando a algo no competitivo”, advierte el economista.
En silencio, es un reclamo creciente en el sector, que abre otro foco de conflicto. Hoy, por caso, los pagos con tarjeta de crédito a través de Mercado Pago solo pueden realizarse si en la operación se escanea un código QR de la misma empresa. Otras billeteras funcionan de forma similar, cerradas a su propio sistema de pagos. “Estamos cumpliendo con la normativa vigente”, sostienen desde la empresa de Galperin.
En el sector, mientras tanto, reclaman cambios regulatorios que también fuercen a las billeteras a abrirse a otros QR, para que la “interoperabilidad” sea plena. “Entiendo que es un tema que está en revisión”, se entusiasman desde un banco privado.
En esta batalla, la mira apunta a Mercado Pago y su rol como administrador de la principal red de códigos QR y de propietario de la billetera con mayor cantidad de usuarios en el país. “Si en un comercio hay varios QR, pero el jugador mayoritario usa solo el propio, el resto de las opciones no sirve. Y al final, no hay competencia y quedará un único proveedor de QR”, dicen en una empresa del sector al reclamar apertura regulatoria al BCRA, sobre un nuevo conflicto que todavía no se definió.