Con el propósito de evitar siniestros viales ocasionados por animales sueltos en caminos rurales y rutas, tanto nacionales como provinciales, la Dirección General de Delitos Rurales y Ambientales intensificó los recorridos preventivos durante la noche y madrugada.
En ese contexto, durante la madrugada, secuestraron dos caballos que corrían el riesgo de protagonizar un accidente. Uno de los procedimientos se realizó en la localidad de Burruyacú, en tanto el otro, se llevó a cabo en la ciudad de Graneros.
En vísperas de la medianoche, un equipo de la División Delitos Rurales Graneros, procedió al secuestro de un caballo que deambulaba en la zona de la plaza principal poniendo en peligro la circulación de los automovilistas y ocasionales motociclistas. Por esta razón, y al estar sin el cuidado de alguna persona procedieron a trasladarlo hasta la Unidad Especial para su resguardo.
El secuestro de otro animal tuvo lugar en la madrugada de este martes en la ruta provincial 304 a la altura de calle San Lorenzo, Burruyacú. Este caso, similar al anterior, el equino se encontraba a la vera de la ruta sin el cuidado de alguna persona, por lo que con la misma metodología, los agentes secuestraron al animal y lo trasladaron hasta la base de esa Unidad Especial.
En ambos casos, el trabajo policial fue avalado por la Ley provincial 3487 de animales sueltos.