En el día de la fecha, ingresó una nota dirigida al Sr. Ministro de Educación de la Provincia Lic. Juan Pablo Litchmajer, en la cual la Sra. Margarita Raquel Grassino, en representación de los Docentes Autoconvocados, manifiesta “que viene exponer una vez más las discrepancias de este sector, con las políticas públicas de retorno a las aulas de manera presencial porque déficits estructurales operan como serio y justificado valladar para ello, a lo que se debe agregar una confesión de parte de Ud., en su carácter de Ministro de Educación, que se exterioriza en la siguiente expresión: Seguramente habrá más contagios de Covid en las escuelas y en los entornos de personas que asisten a clases”.
También manifiesta en la presentación Grassino, que “lo que corresponde sumar a este oportuno cuestionamiento, es que se desconoce o se pretende ignorar maliciosamente la situación familiar de los docentes que tienen a su cuidado, particularmente, a ascendientes que superan holgadamente los 60 años”, “los ejecutantes de éstas políticas públicas son las autoridades gubernamentales y no los docentes, quienes, por el contrario son víctimas no sólo de aquéllas, sino también de una posible transgresión al artículo 205 del Código Penal”.
Finalmente, Grassino, genera una genuina preocupación por el ejercicio de los derechos constitucionales, “de huelga”, “de reunión”, “de libertad de expresión” y “de peticionar ante las autoridades y obtener pronta resolución”, conlleve la inicua reducción o tentativa de descuento del exiguo salario que perciben los docentes tucumanos bajo el falaz y mendaz pretexto de una “inasistencia”, concluyó la denunciante.
La presentación fue llevada adelante con el patrocinio del Dr. Gustavo Morales, quién en la denuncia expresa que “formula expresa reserva de iniciar acciones legales que pudieran corresponder porque “el desafío que debemos afrontar es el de transformar el sistema (lo que es mucho más importante que explicarlo), en no quedarse en simples profetas de la desgracia que, además, generalmente es la desgracia ajena, de los que no tienen aliento para esperar que nos demos cuenta de cómo funcionan las cosas, cuando el sufrimiento ya es antiguo” (cfr. Binder Alberto M. “Entre la realidad y el derecho”. Publicado en la revista “No hay Derecho” Año 2, N9 4, 1991)