El extitular de la AFIP Ricardo Echegaray quedó sobreseído en la causa en que se lo investigaba por enriquecimiento ilícito luego de que la Oficina Anticorrupción (OA), a cargo de Félix Crous, se retiró como querellante en el caso y desistió de la apelación que había presentado contra el fallo que beneficiaba al funcionario.
Crous dijo que desistió de apelar porque su política es que el rol de la OA como querellante sea excepcional, que está reservado al fiscal y que de este modo cumple con la búsqueda de transparencia y “la prevención la corrupción”.
Los jueces de la Sala I de la Cámara Federal Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens no tuvieron más remedio que sobreseer a Echegaray ya que no quedaba ningún acusador para cuestionar el fallo del juez Rodolfo Canicoba Corral, que había sobreseído al exfuncionario, pues el fiscal Eduardo Taiano, en su momento no apeló, y la OA ahora se retiró como querellante.
Echegaray estaba investigado por enriquecimiento ilícito desde que era titular de la AFIP a raíz de un viaje que realizó en 2013 a Río de Janeiro.
“No hay elementos concretos para cuestionar la situación patrimonial” dijo el juez Rodolfo Canicoba Corral al firmar el sobreseimiento en febrero pasado y mencionó que “nada se pudo concluir de la totalidad de la prueba colectada, que incluye declaraciones juradas, escrituras públicas, movimientos bancarios, gastos de tarjetas de crédito y pólizas de seguro, sumado a la cantidad de años de investigación y la búsqueda de datos a través de los consumos y gastos perpetrados por Echegaray”.
La Oficina Anticorrupción, ya con el actual Gobierno, sin embargo, consideró que el sobreseimiento dictado por el juez fue “prematuro”, porque faltaba conocer el resultado de una medida de prueba “esencial”: un peritaje contable sobre los bienes del exfuncionario que fue ordenado por el magistrado en dicho expediente, pero que lleva cinco años de demora.
La OA pidió, en su apelación, que se intimara al Cuerpo de Peritos de la Corte Suprema para que entregue el informe y que se analice esa nueva prueba antes de dictar el sobreseimiento a Echegaray.
El juez en lugar de intimar a los peritos, o separarlos y buscar otros para que hagan el peritaje, decidió sobreseer al acusado. La OA, en ese momento, había protestado.
El fiscal Taiano no apeló el sobreseimiento de Echegaray.
El argumento de Crous
Sin embargo, en cuatro meses todo cambió. La Oficina Anticorrupción, con Felix Crous, presentó un escrito en el que señaló que su política es ser restrictivo en las querellas y que en todo caso su rol es secundario, ya que la facultad del acusador es del fiscal.
“Es política de esta gestión, que el desempeño de esta Oficina en los juicios penales en cuanto a querellante se ejercerá de modo excepcional y restrictivo según criterios de oportunidad, mérito y conveniencia para cada caso”, explicó Crous. Y señaló en el escrito en el que anuncia que desiste de la apelación que esa medida obedece a la “decisión política de incrementar el esfuerzo institucional del organismo en la promoción de la integridad, la transparencia y la prevención de la corrupción”.
La OA ya se retiró como querellante en otros casos, como Los Sauces y Hotesur, donde la principal investigada es Cristina Kirchner, junto con sus hijos Máximo y Florencia.
Las razones de la OA para desistir se basan en que según su interpretación la Constitución prevé que sólo el fiscal sea el acusador y no otros organismos del Estado y que la mayor cantidad de actores querellando pone en crisis la idea de que debe haber una “igualdad de armas” entre los contendientes en el proceso.
Señaló además que los recursos económicos y de personal de la OA deben enfocarse en analizar el caso, investigarlo y eventualmente denunciarlo. No ir mas allá. Y si es requerida, ayudar en la investigación, pero no ser querellante ni sumarse como acusador.
La denuncia y el patrimonio
La denuncia original aseguraba que en el período 2004-2009, cuando Echegaray se desempeñó como titular de la Aduana y, también, como jefe de la AFIP, su patrimonio había crecido un 2500 por ciento. Tres meses antes, a fines de 2013, el funcionario había quedado bajo la lupa después de un viaje a Río de Janeiro para pasar fin de año con su familia y amigos.
Cuando dejó la función pública, a fines de 2015, los bienes de Echegaray sumaban $7,6 millones, según constaba en su declaración jurada. Declaró una casa en el country Talar del Lago I, un departamento en Punta del Este, otro en la Capital, dos embarcaciones y depósitos bancarios. Sus ingresos anuales en 2015 eran superiores a los $6 millones.
Después de haber sido suspendido en la AFIP durante la gestión de Mauricio Macri, Echegaray volvió a trabajar en el organismo.