River saboreaba el título con justicia… Y se le escapó de manera increíble. En el estadio Monumental de Lima, ganaba 1-0 con gol de Rafael Santos Borré, tenía controlado a su adversario, pero sobre el epílogo, en apenas dos minutos, Gabriel Barbosa, Gabigol, dio vuelta el score y permitió que Flamengo se quedara con la Copa Libertadores por segunda vez en la historia.
La gran definición comenzó con un juego de espejos. Los dos equipos apelaron a una presión extendida para recuperar la pelota en campo contrario y mantenerse cortos, sin ofrecer espacios. Aún teniendo una leve preponderancia, el Fla ofreció algunas grietas entre líneas, que River amenazó con aprovechar en transiciones rápidas.
A los 14 minutos, el conjunto de Gallardo cumplió con el presagio: Enzo Pérez usufructuó un error de Filipe Luis y habilitó a Nacho Fernández, que desbordó con esfuerzo y envió el centro atrás arrojándose al piso; una asistencia-barrida que Matías Suárez dejó pasar para desorientar y que Rafael Santos Borré convirtió en gol con un remate rasante.
Con pelotas largas a las bandas o filtradas, River fue rompiendo el pressing del Mengao. También recuperó alto en más de una oportunidad, aguijoneando las dudas en la salida de su adversario. Enzo Pérez fue la bandera de la agresividad en el quite. Además, para llegar al área, los brasileños necesitaban de muchos más toques (o una esforzada apilada del inquieto Gerson) que los de Núñez.
A los 25′, en una recuperación acelerada, Suárez remató desde el borde del área, rebotó en un defensor y cayó en el techo del arco, en la segunda aproximación de la Banda. A los 36, Borré pivoteó tras una contra y Exequiel Palacios remató desde la puerta del área: la pelota pasó muy cerca de la valla de Diego Alves.
River redondeó una primera parte seria, en la que sacó ventaja de su experiencia en instancias decisivas (10 títulos en los últimos cinco años) y con el manual de Gallardo en los botines.
El segundo tiempo continuó con el mismo panorama. Un River aplomado sostuvo las riendas del desarrollo. Gabigol, bien contenido, recién consiguió rematar al arco al minuto de la segunda parte, con un intento que contuvo Armani sin problemas. El Millonario avisó dos veces; con una mediavuelta de Suárez y otro tiro lejano de Palacios.
A los 11′ del segundo tiempo, la primera gran polémica. Montiel quedó tendido en el área tras una pelota parada. Flamengo salió inmediatamente de contragolpe a pura velocidad por el carril que dejó huérfano el lateral. Bruno Henrique llegó a fondo, tiró el centro atrás y Gabigol buscó el arco, pero el balón se topó con la humanidad de De la Cruz. Del rebote probó De Arrascaeta y atajó Armani.
Más allá de los reclamos de River por la falta de solidaridad del Fla, el árbitro Roberto Tobar demoró el reinicio de las acciones porque el VAR chequeó la acción por un posible penal. En efecto, tras el tiro del centroatacante, la pelota dio fortuitamente en el brazo del uruguayo, que no intentó ampliar el volumen de su cuerpo, al contrario, intentó quitarlo. De no haber estado, la pelota hubiera dado en el torso; tenía otro obstáculo en el camino hacia el arco. Play
Con el correr de los minutos, la presión de River perdió intensidad, producto del desgaste que realizó en los primeros 60 minutos. Gallardo fue moviendo el banco para subir la barra de energía (sorprendió con Julián Álvarez por Nacho Fernández), pero Flamengo incluyó a Diego, un organizador de juego, y empezó a encontrar algo más de condimento en sus ataques.
Pero a tres minutos del final falló Pratto. De Arrascaeta se filtró por la izquierda y encontró a Gabriel Barbosa, que anotó el 1-1 cuando el Millonario parecía empezar a alzar el trofeo. Y 60 segundos después la pelota le volvió a quedar al centroatacante, que de derecha puso el impensado 2-1.
El Millonario va en busca de la quinta Copa Libertadores de su historia, tras las ganadas en 1986, 1996, 2015 y 2018, las dos últimas en el exitoso ciclo de Gallardo como entrenador. El Muñeco, quien era jugador del club cuando se ganó la de 1996, es el líder de una etapa dorada, colmada de laureles. Esta es su decimocuarta final en cinco años, habiendo ganado 10 de las 13 que disputó en todas las competencias.
Con Gallardo, además de las dos Libertadores, River ganó tres Recopas, una Copa Sudamericana, dos Copas Argentina, una Supercopa Argentina y una Suruga Bank. Su equipo se ha convertido en uno de los mejores de América y llega a la definición fortalecido tras eliminar en las semifinales a Boca Juniors, su más acérrimo rival, al que también venció en la última final.
River Plate: Franco Armani – Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Javier Pinola, Milton Casco – Enzo Pérez – Nacho Fernández, Exequiel Palacios, Nicolás de la Cruz – Rafael Santos Borré y Matías Suárez. DT: Marcelo Gallardo.
Flamengo: Diego Alves – Rafinha, Pablo Marí, Rodrigo Caio, Filipe Luis – Everton Ribeiro, Willian Arao, Gerson, Giorgian De Arrascaeta – Bruno Henrique y Gabriel Barbosa. DT: Jorge Jesús.
Árbitro: Roberto Tobar (CHI)