El precandidato a presidente por Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta (PRO), afirma que es momento de “superar la grieta”. Este llamado al diálogo, aclara el alcalde porteño, no implica sin embargo “acordar con todos”. “Yo, con el kirchnerismo duro, no me podría poner de acuerdo nunca”, afirma a LA GACETA. Por eso, a pocos días de haber oficializado sus aspiraciones de llegar a la Casa Rosada, el jefe de Gobierno porteño deja a las claras sus diferencias con la gestión de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner a nivel nacional, y de Juan Manzur y Osvaldo Jaldo en lo provincial. “Tucumán tiene mucho potencial, pero está como detenida en el tiempo: no avanza, no crece, no se desarrolla, no genera laburo”, enumera. Y sostiene que, en definitiva, esta falta de progreso es consecuencia de que “gobiernan siempre los mismos”.
A lo largo de la entrevista con este diario, en el café del Museo de Arte Metropolitano de CABA, Rodríguez Larreta sostiene el discurso moderado que mostró el jueves pasado en el partido bonaerense de 3 de Febrero, el lugar elegido para dar inicio a su campaña para las elecciones de 2023. Elude las críticas de la titular del PRO, Patricia Bullrich -quien precisamente calificó como “tibia” su iniciativa dialoguista- y destaca la importancia de otras figuras “presidenciables” dentro JxC, como el radical jujeño Gerardo Morales. Insiste con su apoyo a Germán Alfaro para gobernador de Tucumán, aunque considera positivo que el líder del PJS dirima el liderazgo de la fórmula con el diputado Roberto Sánchez, de la UCR. Defiende los resultados de su administración en Ciudad de Buenos Aires, pero aclara que no se puede “copiar” una gestión para trasladarla a otros ámbitos, como la Nación. Y, sin entrar en polémicas, toma distancia del libertario Javier Milei, uno de sus eventuales rivales en la carrera hacia Balcarce 50.
-Cuando visitó Tucumán, en noviembre pasado, aún no era candidato a presidente. Esta semana, finalmente hizo su lanzamiento. ¿Qué cambió en este tiempo?
– No cambió nada. Yo me había comprometido en algo. Dije que, antes de hablar de candidaturas, quería recorrer el país entero. Y cumplí; lo hice. En esta primera etapa, estuve en las ciudades capitales de cada provincia. Para mí esto es muy importante. Porque fui a aprender, a estudiar, a preguntar, a escuchar a la gente. En cada lugar me reuní con industriales, gente del campo, comerciantes, emprendedores, pymes, vecinos. Siempre con la misma pregunta: ¿dónde están los principales problemas de tu provincia, de tu municipio, de tu país? Fue muy enriquecedor, porque aprendí muchísimo y sigo aprendiendo. Ahora arranqué de vuelta con la recorrida, no solo en capitales. Aprovecho los fines de semana para hacerlo, porque durante la semana tengo mi función y responsabilidad acá en la Ciudad de Buenos Aires. Así que voy a seguir con eso: aprendiendo y preparándome para gobernar.
-¿Cómo vio a Tucumán en los días en que estuvo?
-Para mí, Tucumán es como una provincia detenida en el tiempo. Gobiernan los mismos desde hace décadas. Es una provincia que podría tener un potencial productivo enorme. Justamente el mundo hoy necesita alimentos, y Tucumán es uno de los primeros productores de limón en el mundo; tiene también producciones agropecuarias, tiene el azúcar, o sea, es una provincia que hoy podría estar produciendo y exportando más, generando más trabajo. Pero no ha habido un plan de desarrollo. Me contaban que no se promueve el turismo, teniendo lugares tan lindos, como Tafí del Valle, donde estuve alguna vez. No hay un plan de desarrollo del turismo. Es una provincia que tiene una oportunidad enorme, pero que hoy está como detenida en el tiempo, con gobiernos que están enquistados desde hace años, los mismos de siempre. Una provincia con muchos problemas sociales: la pobreza, falta de laburo. Me quedé una mezcla de preocupación por la provincia, compartiendo la angustia de muchísimos tucumanos, pero también esperanzado: es una provincia que tiene mucho potencial.
-¿Y cómo piensa que se sale de esa situación?
-Con un modelo de desarrollo para la provincia, con un plan para potenciar sus productos y economías regionales para potenciar el trabajo tucumano, para que haya más inversión, que haya un plan de promoción impositiva para aquellos productos que los tucumanos determinen como sus principales… pero el plan lo tienen que hacer los tucumanos. Yo creo que Argentina tiene que recuperar el federalismo. Una cosa es que yo tenga que aprender y preguntar sobre la realidad de Tucumán, pero el plan de desarrollo de Tucumán lo tienen que hacer los tucumanos. No soy yo quien tiene que venir a decir qué tienen que hacer. Es muy importante la actitud federal. Estamos acostumbrados a un kirchnerismo muy unitario, que centralizó los recursos e hizo de la Argentina un país unitario. Basta ver los números: el nivel de recursos que concentra el Gobierno nacional no tiene antecedentes. Hoy, un gobernador tiene que venir a golpear la puerta del Gobierno nacional para construir 20 viviendas o 10 kilómetros de rutas.
-En su lanzamiento llamó a superar la grieta. ¿Cómo se consigue esto con discursos tan enraizados, de un lado y del otro?
-No hay que simplificar. Superar la grieta no quiere que vos tengas que ponerte de acuerdo con todos en todo, de ninguna manera. Superar la grieta quiere decir que no podemos plantear la política como una cosa de vida o muerte, de que quien no está conmigo es un enemigo, que hay que matarlo. Superar la grieta es eso. No significa que tenga que acordar con todos. Yo, con el kirchnerismo duro, extremo, no me podría poner de acuerdo nunca; con un sector que cree que hay que liberar a los presos de las cárceles, cuando yo creo que hay que meterlos en cana; con un sector que cree que los únicos socios comerciales de Argentina tienen que ser Venezuela, Cuba, Nicaragua, cuando yo creo que hay que abrirse al mundo entero, con una política mucho más abierta, como había hecho Mauricio Macri en su gobierno. Yo creo en un país federal, ellos creen en un país unitario; yo creo que los chicos tienen que estar en clases, con las aulas abiertas, y ellos cerraron las escuelas en 2021. Pero una cosa son las diferencias ideológicas, de visión, que con el kirchnerismo, en mi caso es en todos los temas, y otra cosa diferente es plantear que la política es una pelea de vida o muerte.
-Una de las primeras personas que lo criticó, y públicamente, por esta propuesta fue Patricia Bullrich, con quien está compitiendo políticamente en algún punto…
-Primero que todo: antes que compitiendo políticamente, estoy compartiendo con ella un espacio, el mismo partido. Primero pongo lo que nos une.
-¿Y lo sorprendió lo que ella escribió en Twitter, hablando de cierta “tibieza”, con palabras que son duras en la política?
-Jamás me vas a ver criticar a alguien de nuestro espacio. Nunca lo he hecho ni lo voy a hacer, diga lo que diga el otro. Si yo voy a acomodar (mi discurso), y si me tratan bien, trato bien, y si me insultan, insulto, entonces no es convicción. Mis convicciones son que no hay que meterse en eso, y mucho menos con nuestros compañeros del propio espacio político. Creo que fui muy claro en la presentación de mi candidatura en lo que creo y en lo que pienso, y no estoy para contestar a otros, ni entrar en polémicas. En todo caso, discutamos cómo bajar la inflación, cómo mejorar la seguridad. En la Ciudad de Buenos Aires hoy tenemos el delito más bajo de la historia. Compartamos esa experiencia.
-No anunció todavía su candidato a vicepresidente. ¿Tiene algún perfil pensado? Hace algunos días estuvo con Morales en Jujuy. ¿Puede ser una pista por ese lado?
-No tengo un perfil, aunque obviamente va a ser alguien de JxC. Va a ser alguien de nuestro espacio político. Pero Gerardo Morales lanzó su candidatura o por lo menos está hablando de su candidatura a presidente. Dicho eso, me parece una falta de respeto plantear que puede ser mi vice o algún otro cargo; sería como una chicana para bajarle el precio, y yo no quiero entrar en eso. A Gerardo lo respeto mucho, está haciendo un muy buen trabajo como gobernador de Jujuy. Y está con su candidatura a presidente.
-Esta semana, el lanzamiento de su candidatura coincidió con el de Alfaro para gobernador.
-Sí, lo llamé para darle mi aliento e impulso a Germán, que compartimos esta pasión por nuestro rol de intendente, nuestra pasión por estar todo el día con la gente, buscando cómo mejorar, intercambiando ideas. Tenemos muy buena relación con Germán.
-Todavía está definiendo la fórmula con Roberto Sánchez…
-Sí, sí. Y me parece bien que lo hagan. Ellos tienen que definir cómo es la forma de dirimir candidaturas. Sé que Tucumán es una provincia que no tiene (ley de) PASO, como sí sucede a nivel nacional o en otros distritos. Pero nuestros dirigentes tucumanos están muy bien capacitados para definir ellos cómo se eligen las candidaturas. Yo sé que están dialogando; me parece que ese es el camino: ponerse de acuerdo en cómo se arman las listas, cómo se definen los liderazgos.
-En Tucumán se está dando una situación particular: de los 19 intendentes salientes, una quincena presenta familiares como candidatos a la sucesión. ¿Qué análisis hace de esto?
-No tenía ese dato. Qué interesante, y qué preocupante. Muestra un sistema político que está totalmente desgastado, que no tiene renovación, que lo que están buscando es enquistarse en el poder como sea; entonces, que haya tantos municipios (en esta situación)… una cosa es que haya un caso, puede haber uno o dos de trayectoria entre sus familiares; tampoco se puede condenar a alguien porque es “familiar de”. Pero cuando son 14 o 15 de 19, ya pasa a ser una forma de construir política, y no estoy de acuerdo con eso.
-Usted ya había criticado el planteo judicial de Manzur para ser candidato a vicegobernador del PJ. Y la Corte de Tucumán dictó un fallo que lo habilita a integrar la fórmula. ¿Qué opina al respecto?
-Es un artilugio para aferrarse al poder. No hay renovación, son siempre los mismos. Vos fijate: cambian de cargo, se dan vuelta, dan la vuelta a la manzana y vuelven a aparecer. Pareciera que creen que la provincia es de ellos. Yo voy a cumplir ahora mi segundo mandato en la Ciudad de Buenos Aires, y ya está, ya cumplí, es lo que la Constitución dice. Hay que terminar con esos sistemas, de ir a la Justicia para aferrarse. Y el resultado está a la vista: una provincia detenida en el tiempo, que podría dar muchísimo más. Los tucumanos se merecen muchísimo más que lo que tienen.
-Estuvo hace pocos días en el Carnaval de Jujuy con José Cano. ¿Le parece un buen candidato a la Intendencia de San Miguel de Tucumán?
-Como dije antes: a los candidatos los tienen que definir los tucumanos. A José lo respeto mucho, tengo muy buena relación con él; estaba en la comisión de Transporte en la Cámara de Diputados de la Nación, con lo cual interactuamos mucho por los temas de la Ciudad. Tengo buena relación personal y lo respeto, pero en términos de candidaturas, lo tienen que definir los tucumanos.
-¿Tuvo trato con Osvaldo Jaldo en el tiempo en que estuvo como gobernador de Tucumán?
-No. No recuerdo, por lo menos. Me lo puedo haber cruzado posiblemente en algún evento institucional. Pero no tuve un contacto personal, así que no tengo un concepto en ese sentido, desde el conocimiento personal. Pero si uno observa Tucumán, ve, como dije antes, una provincia detenida en el tiempo, con un sistema político que se está aferrando para seguir gobernando y manejando la provincia. Y Tucumán no avanza, no crece, no se desarrolla, no genera laburo, no hay inversiones nuevas, no hay proyectos productivos, no hay creatividad. Y ha acompañado al Gobierno nacional cuando cerraron las escuelas, sin chistar, siendo una decisión que para mí fue gravísima para el país. Y ahora está acompañando al gobierno en el juicio político a la Corte Suprema (de la Nación), y es gravísimo. Estamos hablando de un fallo por el tema de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires, que no afecta a Tucumán en lo más mínimo. Cuando Alberto Fernández le sacó la plata a la Ciudad, en septiembre de 2020, a Tucumán le dio cero peso. Nosotros fuimos a la Justicia, y la Justicia nos dio la razón en un fallo a fin de año. Eso no afecta a Tucumán en lo más mínimo. Y así como no le dieron un peso a Tucumán cuando salió el fallo, tampoco le sacan un peso ahora. Es gravísimo que el gobernador esté acompañando al Presidente en una barbaridad institucional de hacerle un juicio político en algo que la provincia no tiene nada que ver. Más aún: es un fallo que defiende el federalismo, porque se genera un antecedente. No se entiende cómo el Gobierno de Tucumán acompaña al Presidente en un atropello institucional como este.
-¿JxC tiene que incorporar a Javier Milei?
-El es parte de otro espacio político. no está con nosotros.
-¿Qué podría trasladar de su gestión en CABA a un eventual mandato presidencial?
-No creo en copiar cosas, ningún gobierno es igual a otro. No se puede comparar. Lo que sí uno rescata es la experiencia, eso sí. Lo dije el otro día en la presentación de mi candidatura: lo que ofrezco, primero, es laburo, laburo y laburo. Entonces, la forma de funcionamiento del gobierno, la actitud de transformación, el liderazgo de los equipos, el método, de tomar decisiones siempre en base a la evidencia, los datos, eso es una forma de gobernar que sí, por supuesto, se puede llevar a otro distrito. Hay experiencias que podrías compartir. Toda la política de seguridad. Hicimos un plan muy riguroso, muy abarcativo. También en educación, un área en la que dimos la pelea. Todo eso, cada herramienta, está a disposición de los tucumanos.
-Después de que usted lanzó su candidatura, Macri publicó un mensaje en el que celebró el anuncio, aunque a la vez valoró la competencia interna. ¿Cómo lo tomó?
-Sí, él apoyó mi candidatura, y apoyó la competencia. Y está bien, me parece perfecto. Pero no hay que buscarle la vuelta, es lo que vino diciendo siempre: siempre dijo que valoraba la competencia. No hay nada nuevo en ese sentido, él es coherente con sus convicciones, siempre ha dicho lo mismo.
