La ruptura y la falta de confianza están a la orden del día y desde adentro de los frentes mayoritarios (Juntos por el Cambio y Frente de Todos) reina el escepticismo entre los propios.
En la oposición pudo verse este lunes un quiebre dentro del radicalismo, siendo que 12 diputados se abrieron para armar un nuevo bloque en Diputados. Este será presidido por el cordobés Rodrigo De Loredo, quien responde a Martín Lousteau.
Hace un tiempo se podía observar una suerte de disputa de egos dentro de la Unión Cívica Radical, y puntuales personajes decidieron diferenciarse del histórico dirigente Mario Negri.
UCR-Evolución, como se llamará este nuevo espacio, contará con la participación de personajes de alto conocimiento social, como es el caso de Martín Tetaz y Emiliano Yacobitti.
Desde este nuevo bloque argumentan la ruptura “porque no estamos de acuerdo con que se repitan las mismas vocerías que vienen expresándose en nombre del partido desde hace décadas”.
Era algo esperado, aunque fue un poco repentino, es que Yacobitti, hace apenas unas dos semanas, ya había adelantado la necesidad que creía tener una parte del radicalismo de desplazar a Negri de la presidencia del bloque.
“No es tiempo de especulaciones mezquinas”, respondieron desde el espacio conducido por Negri, que fue muy claro al mencionar que “nunca seremos cómplices del Gobierno” de Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Es que puntuales referentes del radicalismo han sabido responder en el pasado al kirchnerismo. Como Lousteau, Julio Cobos o incluso el propio presidente de la UCR a nivel nacional Alfredo Cornejo.
A este último incluso, en Mendoza, su tierra natal, hay quienes lo consideran un “kirchnerista tardío”. No le perdonan la cercanía que supo tener con el ex presidente Néstor Kirchner, a punto tal de haberle regalado al santacruceño una camiseta del “Tomba”.
En paralelo, se abre una discusión, fuerte. También se trata de una pelea de egos, ya que aquellos que buscan heredar la presidencia de la UCR casi terminan yéndose a las manos.
Se trata del senador nacional Martín Lousteau y el gobernador de la provincia de Jujuy Gerardo Morales. Luego de la ruptura del bloque en la Cámara baja se reunieron con Cornejo, pero aquel encuentro duró unos minutos.
Tras un ida y vuelta, Morales rompió un vaso de vidrio y la discusión subió de tono. Lousteau le recriminó al jujeño haber sido funcional al gobierno de Alberto Fernández y se terminó retirando de la reunión.
Por su parte, en el oficialismo crece la desconfianza. Según reveló Carlos Pagni este lunes en su habitual programa “Odisea Argentina”, el presidente contrató a un economista cercano para que revise los números que le entrega el ministro de Economía Martín Guzmán.
Su conclusión fue más que elocuente: Guzmán lo está engañando. “A partir de ese dictamen, Fernández cree que el ministro de Economía le está presentando ajustes superiores a los que se requerirían y que, por lo tanto, si se sigue el camino planteado por Guzmán la recuperación va a ser más lenta. Y, por lo tanto, será más lenta la recuperación de los votos. Habrá que ver cuando Guzmán firme la carta de intención, ya no si se la aprueba Cristina, sino si se la aprueba Fernández”, analizó el colega.
En otro orden de cosas, en las últimas horas se abrió una polémica impensada, es que Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Genero y Diversidad; se sinceró respecto de los onerosos gastos de esa cartera.
“El Ministerio lleva invertidos 12.497 millones de pesos y proyectamos terminar este año con más del 90% del presupuesto total ejecutado”, publicó en su cuenta oficial de la red social Twitter.
A ello, agregó que los gastos se realizaron luego de “haber recibido 3 ampliaciones al presupuesto que incrementaron el inicial en un 183%”.
Tras ello, usuarios de la red social del pajarito le recordaron que las “inversiones” fueron en 40 tachos de basura, por un total de 623 mil pesos, es decir, más de 15 mil pesos por cada uno.
Cómo olvidar, además, el gastó que iba a realizar el mismo Ministerio en “almuerzos tipo lunch” por un total de 51 millones de pesos y que se debió cancelar debido al escándalo que ello generó.
Como si ello fuese poco, hace apenas dos días el colega Sebastián Turtora reveló que la cartera conducida por Gómez Alcorta creó un concurso de canciones contra la violencia de género con un costo de 700 mil pesos. ¿Las mujeres? Bien, gracias.
Asimismo, algo que expone el tuit de la ministra es que la discusión del presupuesto inicial en el Congreso de nada sirve, al final, cada quien gasta lo que quiere.
