Una salteña de 25 años escapó de una red de trata que la obligaba a prostituirse en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia.
La mujer había arribado a la provincia patagónica en mayo último, atraída por la promesa de un puesto laboral, aunque poco tiempo después se dio cuenta de que había sido engañada.
Durante dos meses, la joven vivió encerrada en una casa del barrio Las Flores, debía tener tener sexo con distintos hombres a cambio de dinero. Cada vez que tenía que recibir a alguien, era acompañada por un guardia, que evitaba que se escapara.
Sin embargo, el domingo por la noche, logró salirse del cautiverio y, en su huida, rodó por una calle y se lastimó, sufriendo heridas de consideración.
En ese momento, vecinos de la zona llamaron a la Policía, que se acercó hasta el lugar y pidió la presencia de una ambulancia para atenderla: la mujer reclamaba que la llevaran al hospital.
Ante las heridas y el desesperado pedido de la chica, decidieron su traslado al Hospital Regional: en el trayecto, la víctima contó la desesperante situación que le tocó vivir.
Con ese testimonio, el médico informó al efectivo de la Policía de Chubut que se encontraba de guardia en el centro de salud, quien dio aviso a sus superiores.
Si bien en principio cuando se enfrentó con los agentes se negó a hablar, tras charlar con psicólogos accedió a contar detalles de lo que le había pasado.
Por el hecho tomó intervención al Juzgado Federal, subrogado por el magistrado Guido Otranto, quien ordenó aguardar a que la chica recobrara su lucidez para trasladarla a la Comisaría de la Mujer.