Darío Sand no pudo contener su alegría tras la clasificación de San Martín de Tucumán a los 16avos de final de la Copa Argentina. Su gesto lo decía todo. Con los brazos extendidos hacia adelante y una sonrisa inmensa, corrió directo a abrazar a Tiago Peñalba, reflejando la necesidad que tenía de volver a disfrutar un triunfo de esta magnitud. Para el arquero, este partido significaba mucho más que un pase de ronda; era la confirmación de que el equipo está en el camino correcto y de que él sigue siendo una pieza fundamental en el proyecto del club de La Ciudadela.
Desde su llegada en 2022, Sand se consolidó como uno de los estandartes del “Santo”. En la temporada pasada, logró un récord impresionante de 1.114 minutos sin recibir goles, quedándose a solo un minuto de alcanzar la marca histórica del fútbol argentino. Esa racha lo colocó en el radar de varios equipos, tanto en Argentina como en el exterior, pero su compromiso con el “Santo” pudo más. En un gesto de fidelidad y confianza en el proyecto, renovó su contrato hasta diciembre de 2027, reafirmando su deseo de seguir defendiendo los colores del club.
En ese sentido, en el nuevo horizonte, la clasificación no fue sencilla. San Martín enfrentó a un rival de peso como Colón, que llegaba al partido con grandes expectativas. Durante el tiempo reglamentario, Sand tuvo intervenciones claves, destacándose con un espectacular manotazo para desviar un potente remate del experimentado Emmanuel Gigliotti.
Pero, su verdadero momento de gloria llegó en la tanda de los penales, cuando detuvo el disparo del volante Nicolás Talpone, asegurando la clasificación. “Siempre digo que mi misión es mantener el cero en nuestro arco. Si lo logramos, estamos más cerca de ganar. Gracias a Dios pudimos pasar de ronda, y eso es lo más importante”, expresó el arquero en la zona de vestuarios del Nuevo Monumental de Rafaela.
Antes de la definición desde los 12 pasos, Sand tomó la palabra y se dirigió a sus compañeros, en especial a los más jóvenes.
“Les dije que estuvieran tranquilos, que patearan con confianza. Sabíamos que Marcos (Díaz) era un arquero muy fuerte en los penales, pero confiábamos en nuestro trabajo. Los chicos lo hicieron muy bien y pudimos ganar”, contó el correntino.
También reveló que tenía anotados los nombres de los posibles pateadores en un papel, lo que le permitió anticipar algunos disparos.
“Siempre estudiamos a los rivales, y aunque en el momento puede haber sorpresas, esa información ayuda mucho. Justo no patearon varios de los que tenía anotado, ja”, bromeó.
La victoria tuvo un valor especial para Sand, no solo por la clasificación, sino porque coincidió con su partido número 100 defendiendo la camiseta de San Martín. “Es un orgullo enorme. Me siento parte de este club, como si hubiera estado toda la vida aquí. Jugar 100 partidos con esta camiseta es una satisfacción inmensa”, confesó emocionado.
El mensaje de Darío Sand a los hinchas de San Martín de Tucumán
La hinchada fue otro factor determinante en el partido. Pese a la distancia, una gran cantidad de fanáticos viajaron hasta Rafaela para alentar al equipo. Sand, consciente de su apoyo incondicional, les dedicó el triunfo.
“Siempre significa mucho para nosotros que la gente esté. Al principio decían que no iba a venir tanta gente, pero la verdad es que se hicieron sentir y eso nos dio un plus. Estamos agradecidos porque el equipo se siente apoyado”, afirmó.
Después del partido, el arquero no paraba de recibir felicitaciones, tanto de sus compañeros como del cuerpo técnico y hasta de los propios rivales.
Pero su gesto más significativo llegó al final. Sosteniendo el premio al mejor jugador del partido otorgado por la Copa Argentina, se acercó a la tribuna donde estaban los hinchas de San Martín y se los mostró con orgullo. Era su forma de agradecerles por haber viajado hasta Rafaela y compartir con ellos un logro que sentía tan propio como de todo el pueblo “santo”. Con una sonrisa que no se borraba de su rostro, Sand demostró una vez más por qué es un líder dentro y fuera de la cancha.