A paso firme. Aún en la adversidad, supo no bajar los brazos y rescató tres puntos que lo consolidan en lo más alto de la tabla de posiciones de su grupo. El Santo festejó en Campana ante un duro rival y se impuso 2 a 1, luego de ir perdiendo 1 a 0. Lo dio vuelta, se afirma y sueña.
San Martín jugó el peor primer tiempo de la temporada, sin ideas y endeble en defensa, se encontró con un Villa Dálmine que con poco lo lastimó mucho.
El gol llegó por un doble error de Diarte: quedó corto en un despeje y luego imprudente para poner el pie que descolocó a Arce.
La dupla técnica apostó en el complemento por Juan Imbert y el Monito Gómez, ambos jugadores mostraron rebeldía y le cambiaron la cara al Santo.
Imbert rompió todos los esquemas cuando una guapeada lo tuvo como protagonista: se llevó la pelota haciendo jueguito con la cabeza y le cruzó el remate para el 1 a 1.
En tiempo cumplido Pons mandó el centro y Moreira fulminó al arquero con un cabezazo para el 2 a 1 que cambió todo el panorama.
El Santo seguirá manteniendo la ventaja sobre Sarmiento de Junín, clave de cara al choque del lunes 24 a las 21.30 en Ciudadela entre ambos.