El domingo pasado, cuando Javier Milei recibió a Sandra Pettovello en Olivos, el Presidente hizo todo por contener a su ministra e íntima amiga. Él le aseguró que la batahola en Capital Humano -donde se combinan denuncias penales, renuncias y conflictos políticos- iba a ceder. Que, con el paso de los días, la espuma iba a bajar. Enseguida, ordenó a su gabinete que saliera a respaldar a “la mejor ministra de la Historia”.
Lejos de aminorar, como proyectaba Milei, los conflictos de Pettovello se multiplicaron. En Comodoro Py desestimaron distintas denuncias radicadas desde Capital Humano. Y la Cámara Federal pidió que el ministerio acatara la orden de presentar “un plan de distribución” de las 5000 toneladas de alimentos.
Respecto a la vida interna del ministerio, el despido en muy malos términos del secretario de Niñez y Familia, Pablo De la Torre, devino en otra catarata de renuncias. Esta semana se fueron tres funcionarios del área social y cuatro de la Secretaría de Educación. El viernes presentó su dimisión el jefe de asesores, Fernando Szereszevsky, amigo de la ministra y su asesor clave.
La calesita de funcionarios en Capital Humano genera demoras en los trámites y en las contrataciones. Además, los funcionarios tienen temor a estampar su firma en los expedientes. El caso de De la Torre fue un antecedente potente, porque Pettovello no vaciló en radicar una denuncia penal contra él, que supo ser de su riñón. “Sandra se peleó con todos. Con los movimientos sociales, con los gremios y con el exgobierno. También confrontó con funcionarios de este gobierno. Es muy difícil así”, dijo un colaborador que camina el ministerio.
Y agregó: “Ella pidió protección. Dice que es la que se va a comer todos los juicios en tribunales”.
Una fuerte versión que circuló en el Gobierno es que, el lunes pasado, Pettovello habría conversado en la Casa Rosada sobre la posibilidad de buscar una salida. Tras la reunión con Milei en Olivos del domingo, al otro día el Presidente la visitó en sus oficinas de la calle Carlos Pellegrini, algo que no hizo con ningún otro ministro. Por la tarde, a las 17, Pettovello se dirigió a Balcarce 50 para asistir a la jura de Guillermo Francos como jefe de Gabinete. Según los trascendidos, allí le habría planteado a miembros de la mesa chica presidencial la alternativa de pasar al frente de la Oficina Anticorrupción (OA), un lugar que la sacaría de la picadora y le permitiría seguir con su “brigada” contra los”curros”. La idea no prosperó.
Ayer, tal como publicó LA NACION, Milei recibió otra vez a Pettovello en Olivos. Fuentes oficiales aseguraron que la ministra está ratificada y que continuará radicando denuncias de corrupción contra el kirchnerismo. “Sigue, laburando como siempre”, dijeron en el Gobierno.
Desconfianzas internas
Pettovello se cierra en un círculo cada vez más chico. La ministra barrió con los funcionarios que venían de San Miguel, donde talla el senador provincial Joaquín de la Torre, hermano del exsecretario de Niñez y Familia. El municipio supo ser cantera para que la ministra tuviera tropa propia. Hoy Pettovello se apalanca en su secretario Legal y Administrativo, Facundo Etchenique, en la subsecretaria Legal, Leila Gianni y en el abogado, Ariel Romano. Los últimos dos patrocinan la lista de denuncias que radicó el ministerio. “La gestión hoy son las denuncias”, se despachó un exfuncionario de Capital Humano.
La andanada en Comodoro Py comienzan a ser un problema. Esta semana, por caso, el fiscal Franco Picardi pidió desestimar un planteo por presunto desvío de fondos para centros de primera infancia. “Adolece de defectos, errores formales y contiene información parcial”, dijo el fiscal. Un llamado de atención similar hizo el juez Julián Ercolini en una causa por supuestas irregularidades en la compra de medicamentos.
Pettovello había logrado avanzar contra los movimientos sociales. Dio golpes de efecto al quitar la intermediación de las agrupaciones y al denunciarlas por extorsiones. Pero en los últimos días perdió el control de la agenda.
La ministra denunció a De la Torre por el presunto desvío de fondos a través de la contratación de empleados vía la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). El asunto puede ser un boomerang porque ahora el Gobierno (que firmó varios convenios con la OEI) debe dar explicaciones en la Justicia sobre todos esos contratos.
De la Torre optó por no contragolpear a Pettovello, pese a que se fue con una denuncia penal y otra en la OA. Apuntó, en cambio, a los “infiltrados del kirchnerismo” en el ministerio. Es cierto que en Capital Humano se respira un clima de paranoia. Por impericia, según pudo saber LA NACION, hubo funcionarios del exgobierno que conservaron el acceso digital al circuito de expedientes internos de la cartera.
“Cuando Sandra sospechó que (el exjefe de Gabinete, Nicolás) Posse la espiaba, al ministerio entraron los servicios”, deslizó un colaborador de uno de los funcionarios eyectados. Hubo especial revuelo interno cuando trascendió que el otrora número dos de Pettovello, Maximiliano Keczeli, es cuñado de Lucas Nejamkis, muy cercano a Antonio Stiuso. Keczeli es hermano de una íntima amiga de la ministra.
En la Casa Rosada hicieron gestos subrepticios para agradecer el silencio de los De la Torre. Un colaborador comentó en Balcarce 50: “Pablo es un hombre de bien”. La situación es cada vez más difícil para todo el Gobierno.
Por Maia Jastreblansky – La Nación