Por orden de la jueza María Alicia Falcione, coordinadora de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual de Santiago del Estero, una mujer del barrio Independiente de la ciudad de Fernández quedó tras las rejas acusada del delito de “abuso con acceso, pero en grado de partícipe primario”.
La medida fue solicitada a raíz de una minuciosa investigación que llevó a cabo la División Trata de Personas y Delitos Conexos, bajo las órdenes de la Dra. Falcione, por abuso sexual en perjuicio de una adolescente de 16 años.
La causa judicial se inició el pasado 20 de mayo, cuando la ahora detenida se presentó en la Comisaría de Fernández y denunció que su hija —la víctima— se había retirado de la casa y no sabía sobre su paradero.
Cuando la policía logró dar con la menor, ésta reveló que no quería volver a su vivienda porque estaba cansada de que un vecino suyo —amigo de su madre— la sometiera sexualmente. Dejando entrever que los hechos comenzaron cuando ella tenía 14 años.
Inmediatamente, la Fiscalía comenzó una investigación donde se determinó que el autor del hecho era un hombre de 79 años, quien fue detenido el día 21 luego de que el médico forense corroborara que la menor presentaba lesiones compatibles con abuso.
En el marco de la investigación, la jueza Falcione solicitó que la víctima sea entrevistada por el cuerpo de psicólogos a través de la Cámara Gesell. Allí además de confirmar que el acusado era el autor, sostuvo que su mamá —de 39 años— hizo un arreglo para que él la buscara de su casa en su vehículo, la llevara hasta un sector oscuro de la ciudad y allí la abusara sexualmente.
La menor relató que después de cada ataque sexual, el depravado le daba dinero para que ella le entregara a su mamá. Este además les daba mercadería y en alguna oportunidad hasta le compró un celular para la ahora imputada.
Pese al hermetismo que existe sobre la causa, se supo que la mujer tenía una intervención activa en los ultrajes dado a que ella no solo sabía lo que pasaba sino que además le prohibía a la menor relacionarse con otras personas, exigiéndole que tuviera relaciones sexuales con el septuagenario.
En ese momento, la jueza Falcione solicitó a la mencionada División que comience una investigación no invasiva y se dé intervención a Dinaf. Así fue como a través de testimonios de vecinos se estableció que era un secreto a voces que la mujer entregaba a su hija con el septuagenario.
Los lugareños relataron episodios coincidentes con los dichos de la víctima sobre cómo el depravado la pasaba a buscar por su casa y horas más tarde la traía y la dejaba nuevamente en la vivienda.
Con todas las evidencias recolectadas, la representante del Ministerio Público Fiscal solicitó al juez de Control y Garantías —Gino Alberto Niccolai— una orden de allanamiento y detención la cual se llevó a cabo ayer.
Tras la aprehensión, la mujer quedó alojada en la Comisaría del Menor y la Mujer y en los próximos días será trasladada al juzgado bandeño para ser indagada por la jueza Falcione.
Pese al hermetismo con el que se realizó el operativo, se pudo saber que la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia arribó a la casa al momento de la detención. La medida se solicitó a raíz de que la mujer acusada tiene 9 hijos, los cuales cinco de ellos serían menores de edad, y para evitar que el procedimiento sea traumático para los niños, los investigadores trabajaron vestidos de civil.
Junto con una psicóloga del mencionado organismo, los investigadores ingresaron a la casa y pusieron tras las rejas a la acusada, mientras que sus hijos —de entre 14 y 2 años— fueron trasladados a las instalaciones del mencionado organismo, donde recibirán asistencia por parte los expertos.