Los números del sector público mostraron un deterioro en junio y confirma que el ajuste de Guzmán está llegando a su fin de cara al segundo semestre. Según los datos oficiales presentados hoy por el Ministerio de Economía, el déficit primario se profundizó en el mes y llegó a $242.951 millones, aunque si se considera la recaudación generada por el impuesto a la riqueza o “aporte solidario y extraordinario” ese rojo se reduce a $153.217 millones.
Según las planillas oficiales, los ingresos del sector público nacional fueron de $766.680 millones en el mes, con una suba interanual del 90,3% con respecto a junio de 2020. La inflación (50,2% interanual, de acuerdo a la estimación del Indec), la recuperación de la actividad económica en 2021 y la comparación contra un mes afectado por las restricciones para intentar frenar los contagios de coronavirus explican este incremento.
Dentro de este segmento, los ingresos tributarios se incrementaron un 80,7%, dentro de los cuales se destacaron los derechos de exportación, impulsados por el incremento en el precio internacional de commodities como la soja, que crecieron un 141,2%. También subieron por encima de la inflación interanual el IVA (96,1%), Bienes Personales (68,7%), el impuesto al cheque (64,1%) y el impuesto a las ganancias (56%).
Mientras tanto, el gasto primario creció un 40,1%, aunque si se excluye el incremento de 2020 asociado a la pandemia de coronavirus el incremento interanual es del 68,9%, destacó el Ministerio de Economía.
“Esta expansión de alrededor de 12 puntos por encima de la inflación del período se encuentra motorizada por la inversión de capital, que más que duplica su nivel respecto al mismo periodo 2020 (+210,5% i.a.)”, enfatizó un comunicado oficial.
Según la planilla oficial, los gastos corrientes llegaron a $926.002,2 millones, con $115.742,5 millones en gastos de consumo y operación, $407.972.9 millones en prestaciones de la seguridad social y $241.124,9 millones en transferencias corrientes.
Uno de los rubros con mayor incremento interanual es el de los subsidios económicos. Con ajustes de tarifas de luz y gas por debajo de la inflación, los subsidios a la energía se duplicaron en términos nominales con respecto a junio de 2020 (crecieron 103,7%) y totalizaron $99.154 millones. Por su parte, los subsidios al transporte subieron un 153,2% (casi tres veces la inflación promedio que midió el Indec) y representaron un gasto de $37.318 millones.
Por el contrario, el gasto en jubilaciones y pensiones contributivas tuvo un incremento nominal del 40,4% (totalizó $373.959 millones) y registró una nueva caída interanual en términos reales.
En el mes, el sector público contabilizó $57.730 millones en pago de intereses de deuda. Así, el déficit financiero acumulado en el mes, contabilizando la recaudación por el impuesto a la riqueza, fue de $207.947 millones.
El déficit operativo de las empresas públicas fue de $43.775,7 millones en junio. Mientras tanto, los gastos de capital sumaron $48.625,1 millones.
“Junio marca el punto de inflexión esperado. Si se miran los números sin el Aporte Extraordinario estás en un rojo primario de 0,9% del PBI, y con esa recaudación, del 0,5%. Se espera un segundo semestre muy expansivo, además de la estacionalidad fiscal del rojo del sector público. Por lo tanto, lo más probables es que vayamos a un rojo con aporte extraordinario de algo menos de 4% puntos del PBI, y en línea con la meta del presupuesto”, planteó el economista Gabriel Caamaño, director de Consultora Ledesma.
“Los subsidios económicos vienen creciendo muy fuerte y ya están en línea con 2016 en cuanto a evolución sobre el PBI, compensados por el efecto transitorio contractivo que tuvo la aceleración inflacionaria sobre las jubilaciones. Y ahora en el segundo semestre viene más gasto y menos recaudación, por ejemplo, por el impacto de la modificación sobre Ganancias”, proyectó el analista, sobre la profundización del déficit en la segunda mitad de 2021.
En el acumulado de los seis primeros meses de 2021, el déficit primario es de $208.098 millones, equivalentes a un déficit del 0,5% del PBI (0,9% sin impuesto a la riqueza), si bien se espera que el año termine cercano a la meta que fijó Guzmán en el Presupuesto, de 4,5% del producto, generado por un mayor gasto de cara a las elecciones.
En tanto, si se consideran los pagos por intereses de deuda, el resultado financiero de los primeros seis meses del año muestra un rojo de $514.005 millones (1,3% del PBI).
“El gasto primario de junio volvió a mostrar una caída real del 6,7% interanual. El gasto total, incluyendo intereses, cayó el 6,2% interanual real. El resultado primario del mes fue deficitario por $153.217 millones y el déficit fiscal fue de $207.947 millones. De esta manera, el primer semestre acumuló un déficit primario (sin considerar ingresos y gastos asociados al aporte solidario extraordinario) equivalente al 0,9% del PBI y un déficit fiscal del 1,7% del PBI. Es decir, el nivel de déficit se acerca al evidenciado en el año 2018″, apuntó Nadin Argañaraz, director de Iaraf.