Se viene un tsunami sobre la vida política de Cristina. Hoy está condenada a 6 años de prisión por corrupción, es la jefa del Cartel de los Pingüinos Millonarios y, como si esto fuera poco, todavía no consigue en la justicia la impunidad que tanto busca. Y esa espera, la desespera. Hay que decir que no se resigna y que la oposición debería mantener la guardia alta.
Sería un grave error subestimar a Cristina que es capaz de hacer cualquier trampa con tal de colonizar la justicia y ponerle su camiseta. Hoy parece que no tiene el número de senadores suficientes para lograr el quorum. El gobernador electo de Río Negro, Alberto Weretilneck avisó que no se va a presentar en el recinto y eso derrumba todo el operativo de Cristina que no tendría los 37 senadores necesarios para comenzar la sesión.
La oposición no debería cantar victoria. Cristina tiene millones de razones para hacer entrar en razón a Weretilneck que fue un aliado incondicional en los momentos más difíciles. ¿Qué pretende hacer Cristina en esa sesión si finalmente la consigue? Primero, extender por 5 años más el mandato de la jueza Ana María Figueroa que, por sus fallos es casi una militante de La Cámpora.
El miércoles que viene cumple 75 años y necesita del acuerdo de la Cámara Alta para seguir en funciones y no jubilarse como ordena la Constitución Nacional. Cristina necesita su voto en la Cámara de Casación Penal para que la causa Hotesur-Los Sauces no se reabra y vaya a juicio oral. Cristina, y sus dos hijos están acusados de lavado de dinero. Pero hay otras maniobras de Cristina. Entre jueces y fiscales tiene 93 candidatos a designar.
Con ese número quiere copar la Asociación de Magistrados y colocar un representante en el Consejo de la Magistratura. Ese organismo designa y destituye a los jueces. Y desde esa cabina de mando podría controlar todas las causas que todavía le quedan. Es una tarea muy complicada para Cristina. Pero va a mover cielo y tierra para conseguir su impunidad y para que no reciba más condenas. El resultado de las elecciones del domingo 13 va a ser clave.
Si el cristinismo peronista massista recibe una derrota importante, la jefa espiritual sufrirá un fuerte debilitamiento de su poder y su capacidad de daño. Esa situación la desespera y la angustia. Anda por los rincones expresando su bronca y su ira. Sobre todo, contra Alberto Fernández al que no para de insultar. Cristina acaba de presentar una declaración jurada de bienes que oculta su verdadera situación de millonaria.
El disfraz se construyó con la donación de todos sus bienes a Máximo y Florencia y con el dibujo de poner los valores fiscales de las propiedades del príncipe heredero. La inmensa mayoría del pueblo, sabe que Cristina es la mujer más corrupta de la historia democrática. Cristina y Néstor Kirchner instalaron la cleptocracia más colosal que se haya visto. Nadie robó tanto durante tanto tiempo.
Fue de tanta magnitud la montaña de dólares sucios que se llevaron que les alcanzó para enriquecer a su familia, a gran parte de sus funcionarios, a sus secretarios privados y a algunos empresarios amigos y testaferros. Esa es una verdad indiscutible. La condena a 6 años de prisión que pesa sobre Cristina es la primera de otras condenas que van a venir cuando la justicia avance sin prisa, pero sin pausa.