El factor que produjo el colapso continúa siendo un enigma. Luego de decenas de estudios se han detectado posibles puntos débiles en la estructura, pero aún no son concluyentes. Tampoco hay un responsable. Lo concreto es que hoy se cumple un año de la caída del puente sobre Canal Sur. Lo único que no admite discusión es que hace 365 días que los vecinos de Manantial Sur perdieron una vía de comunicación directa con la capital.
En la intersección de avenida Colón y Lidoro Quinteros actualmente sólo se observa desidia y vandalismo hacia los cuatro puntos cardinales. En el fondo del canal todavía yace parte del tablero que se desplomó el año pasado. Las paredes del cauce de agua desaparecieron casi en su totalidad y sólo hay matorrales. Las vigas de hormigón del puente siniestrado permanecen intactas, pero con sólo ocho de los dieciséis tensores que tenía. El cuadro de abandono se completa con todo tipo de basura y desperdicios a lo largo del desagüe.
El 20 de septiembre de 2018, un camión Ford Cargo 1722 era conducido por Franco Rodríguez, quien trasladaba áridos de sur a norte. Alrededor de las 10.40 ingresó a uno de los dos puentes colgantes de 28 metros y terminó en el fondo del canal antes de que lograra atraversarlo. “He sentido un reventón y se me fue para atrás el camión; ha sido de golpe”, declaró luego del desplome.
Ese día se perdieron ambos cruces: uno por el siniestro y el otro, de idénticas características, fue cerrado de manera preventiva con montículos de tierra hasta tanto se determinen las causas del derrumbe. Para cruzar hay que desviarse más de un kilómetro al este, hasta el puente de avenida Alem, o dos y medio al oeste, a la altura de la avenida Independencia.
Los cruces colgantes fueron construidos en por la firma Falivene SRL, en 2011, con recursos del Fondo Fiduciario Federal. Los diseños fueron realizados por la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), que quedó a cargo posteriormente del mantenimiento de los puentes.
¿Qué se hizo en este tiempo?
El titular de la DPV, Ricardo Abad, explicó que un instituto especializado de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) realizó peritajes y pruebas de campo para determinar qué ocurrió aquella mañana. “Todavía no se llegó a nada porque tenemos que sacar unas péndolas del puente que no colapsó para seguir haciendo unos ensayos; las péndolas (o tensores) fueron uno de los puntos débiles. Por hora son teorías, por eso hay que sacar las péndolas del otro puente, para seguir haciendo ensayos. No está claro el por qué, lo cierto es que uno ve que se han cortado todas en el mismo lugar; es un punto débil”, dijo en diálogo con LA GACETA.
Respecto al motivo de la caída del cruce, dijo que no hay una definición. “Si bien conocemos cuáles son los puntos débiles, no conocemos cuál ha sido el factor que ha producido el colapso”, insistió.
El ingeniero contó que, paralelamente, firmaron otro convenio con la UNT para que los asesore en el diseño de un nuevo puente. Afirmó tenían un proyecto muy avanzado, pero que al hacer el modelo no estuvieron conformes con algunos valores y decidieron hacer otro que estaría “a días” de concluirse. “Se utilizará la estructura que quedó en pie y se le agregan estribos. El nuevo puente no va a colgar totalmente, como en anterior. Este también tendrá apoyos extremos más un tipo de péndolas que van a ser distintas a las que tenía. Además, las vigas longitudinales, que van a de punta a punta, son unas vigas con un pequeño arco en el medio de manera que eso le da otro efecto resistente también”, explicó Abad.
El director de Vialidad estimó que tal vez a fin de año pueda llegar a adjudicarse la obra, que rondaría los $ 18 millones. “Este año no creo que se pueda empezar (el puente). Capaz que adjudicarlo sí, pero iniciar la obra no creo”, recalcó Abad.
Un cruce bloqueado a medias
A menos de 100 metros de las vigas que sostienen la nada, permanece en pie un puente de idénticas características con montículos de tierra en sus accesos para evitar que la gente cruce hasta tanto se determine si es o no seguro. Sin embargo, los áridos son removidos por los motociclistas, quienes cruzan a pesar de que no deberían.
“Paso todos los días por acá. Da miedo, pero no queda otra pasada”, explicó ayer José Pereyra, quien regresaba a su casa en el barrio Néstor Kirchner, del otro lado del puente. Contó que trabaja en avenida Belgrano y Asunción, y que elige ese cruce porque si no debe desviarse. “La verdad que no creo que volvamos a tener un puente como para cruzar de manera segura. Por como están las cosas, no creo”, agregó el joven que trabaja en una empresa de logística.
Walter, que también pasó en moto, dijo que vive en Manantial Sur y que a diario pasa por el puente colgante. “La verdad que da miedo pasar por este puente, pero es la única pasada que hay porque sino hay que desviarse mucho. Paso muchas veces al día por acá porque vivo a cuatro cuadras”, se quejó. Ambos jóvenes coincidieron en que el cruce se volvió el lugar preferido para los asaltantes. Solía haber una custodia policial pero, según un vecino, hace más de un mes que no está (se informa por separado).
“No hay ni una solución”
José Fernández vive hace 12 años en avenida Colón y Lidoro Quinteros. Dijo la zona es muy transitada y que en el último año desfilaron especialistas técnicos y políticos por allí, incluso quienes fueron candidatos en las elecciones provinciales. “Desgraciadamente hasta esta fecha no hay ni una solución a pesar de que han venido de todas partes. Han desfilado políticos de todos los colores, han prometido de todo antes de las elecciones. Han pasado las elecciones y chau puente de la Colón”, protestó molesto.
El vecino relató que hace un mes y medio que no ve por allí la custodia policial que había para impedir el tránsito. Además, afirmó que hace poco se accidentó un joven que quiso cruzar el canal por las vigas de hormigón. “Un chico quiso cruzar, se cayó y se quebró las piernas. Uno llama a la Policía para denunciar que hay niños subidos pero nadie viene, lo han abandonado”, lamentó.
¿Qué fue lo que pasó?
1 Cruce desplomado
Un camión en el canal
El camionero Franco Rodríguez salió ileso del siniestro. “Yo venía pasando, sentí un reventón y se me fue para atrás el camión. Me he asustado; peor cuando vi que atrás estaba caído todo. Los vecinos me ayudaron a salir. Tenía miedo que se diera vuelta el camión”, había dicho el joven de 26 años.
2 Primera hipótesis
Se habló de una sobrecarga
En un primer momento se mencionó una posible sobrecarga por los áridos. No obstante, Ricardo Abad, titular de Vialidad descartó la hipótesis. “El peso del camión no puede voltear el puente. Pasó otra cosa; fue una convergencia de cosas que hay que investigar”, había expresado.
3 La constructora
Planteó un impacto del camión
El ingeniero Juan Falivene entregó un informe elaborado por peritos de parte en los que se adjudica el colpaso a una colisión. “El colapso se debe al impacto lateral del camión por derrapar, por entrar a una elevada velocidad en el puente”, habían dicho. Cuestionaron que el camión no haya quedado secuestrado.
4 Dueño del rodado
La defensa del propietario
Daniel Roldán, el dueño del Ford Cargo 1722, había dicho que retiró el vehículo por temor a un robo. “En ningún momento lo he llevado al camión de prepo. Lo he sacado porque capaz que después no encontraba nada”, había señalado. Sobre el siniestro, había rechazado el informe de Falivene. “Iba pasando y se ha desplomado el puente; acá no hay nada raro”.