Las industrias que compran la energía en forma mayorista ya están negociando contratos con las petroleras y comercializadoras, que vienen con aumentos de entre 90% y 100% en el gas en boca de pozo.
Esto significará una suba en las facturas cercana al 70% a partir de los consumos de mayo, que se abonan entre junio y julio.
En esta situación están unos 3000 empresas, entre gigantes fabriles y otras empresas categorizadas como Servicio General P3 (SGP3), que consumen más de 9000 metros cúbicos mensuales de gas natural -108.000 m3 por año-.
Como adelantó hace un mes El Cronista, están en plena renegociación de los contratos que vencen este 30 de abril y sufrirán siderales incrementos, que llevará el gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST, la porción más representativa de la factura) de u$s 1,80 o u$s 2 a u$s 3,80 o u$s 4 por millón de BTU, a lo que se sumará un incremento en el transporte y la distribución, que sería de 4% desde el mes que viene.
Y según pudo saber este diario en diálogo con fuentes industriales, existe preocupación no solo por los precios del gas sino también porque las comercializadoras están avisando que no tienen la garantía de contar con el suficiente fluido disponible para el invierno.
PLAN GAS
Este cuadro es un efecto de la implementación del Plan Gas, que si bien repercutió en un rápido incremento de la actividad petrolera todavía no alcanza para levantar la producción de gas, mientras el mercado tiene serias dudas sobre el abastecimiento en los meses más fríos del año.
En la ronda 1 del Plan Gas.Ar, las productoras se comprometieron a ofrecer un volumen base para todo el año de 67,4 millones de m3/d para la demanda prioritaria canalizada a través de las distribuidoras y para la generación eléctrica, mediante Cammesa.
Las condiciones de la licitación establecían que ese volumen era el 70% del total disponible, por lo que otro 30% debe destinarse a industrias y Gas Natural Comprimido (GNC); es decir, unos 29 MMm3/d extra.
Ese gas natural es el que ahora no está asegurado, entre las dificultades para que crezca la producción (desde que se empieza a perforar un pozo en Vaca Muerta hasta que se extrae el shale gas transcurren unos 6 a 8 meses) y una demanda que las petroleras no esperaban, debido a la mayor actividad que experimenta la industria en conjunto, dado el rebote económico, comentó el director comercial de una productora.
El precio de referencia del Plan Gas fue de u$s 3,50 promedio por millón de BTU en el bloque base (igual durante los 365 días del año) y de u$s 4,70 entre mayo y septiembre, por lo que el ponderado anual ronda los u$s 3,80. Es el costo que las industrias pagarán también desde el próximo mes, confirmó a este medio una fuente fabril.
“Los contratos se firman cada año y van de mayo a abril. En 2020, se negociaron con una demanda por el piso, en medio de la cuarentena, y un exceso de oferta de gas, y se cerraron a u$s 1,80 o u$s 2 /MMBTU. Ahora se van a duplicar”, dicen en la industria.
“Pero la energía más cara es la que no se tiene”, agregan. Y temen que se repitan los cortes de gas en las industrias, como sucedía hace unos 10 años en los días más fríos, lo que obligaría a parar la producción fabril.
Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), anticipó que el próximo martes tendrán una reunión con la subsecretaria de Hidrocarburos, Maggie Videla Oporto, para expresar su preocupación, ya que estimó que el aumento de precios finales “no bajará del 15%, por más esfuerzos que hagamos los empresarios para absorber pérdidas”.
El GNC, en tanto, podría trepar más de 20% en las estaciones de servicio desde mayo, si deciden trasladar a los consumidores la suba en el costo mayorista.