En pocos ámbitos queda tan clara la tendencia a postergar como el tema de la renegociación de la deuda externa con los acreedores internacionales. Y es que el arco pareciera correrse cada vez que algo parecido a un arreglo está por darse. Ahora, el propio Ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó que el gobierno argentino evalúa seriamente la posibilidad de extender nuevamente el plazo del canje para poder cerrar el acuerdo definitivo.
En ese sentido, cabe recordar que la fecha original vence el próximo 4 de agosto, por lo que evalúan prorrogarlo hasta fin de ese mes. Al menos, esa es la idea que transmitió el funcionario argentino en una charla organizada por Atlantic Council de Estados Unidos. De la misma, participaron inversores, empresarios y políticos estadounidenses y el Ministro de Economía trato de llevarles claridad en un tema que, por momentos, se torna bastante oscuro.
“La idea de tener más tiempo siempre estuvo, pero no se pudo por un tema legal. Estamos analizándolo y tomaremos una decisión en los próximos días”, señaló Martín Guzmán. Sin embargo, nada dijo acerca de la posibilidad de que Argentina mejore la última oferta que realizó. Dio a entender que, en el aspecto económico, nuestro país ya hizo su máximo esfuerzo. Por lo que apuntó al otro ítem que reclaman los acreedores, el que tiene que ver con el aspecto legal.
En esa línea, aseguró que el país se someterá a lo que diga la comunidad internacional sobre esto. “Vemos en la posibilidad de innovaciones, mejoras, pero no es algo que podamos decirlo ni nosotros ni los acreedores. Por eso, un mayor plazo es importante. Tener un acuerdo pronto sería mejor, más importante será que sea sustentable”, dijo en alusión a que pueda ser algo que el país pueda pagar sin comprometer el gasto público dedicado a los sectores vulnerables.
El gobierno apunta a la estrategia de intentar convencer a los bonistas privados del exterior con la posibilidad de introducir cambios legales en la oferta. La idea de llevarles más tranquilidad en el plano jurídico, podría hacer un puente que se tienda entre el pedido de los acreedores y los negociadores oficiales del equipo económico argentino. En el mercado ven difícil que este solo aspecto alcance para convencer a quienes poseen títulos de deuda argentina.
De todas maneras, Martín Guzmán adelantó que, independientemente de lo que pase con la propuesta de reestructuración de deuda, el gobierno nacional continuará trabajando en pos de lograr que la deuda sea sostenible. Es por ello que el Ministro de Economía señaló que el Fondo Monetario Internacional debería acordar con el país un nuevo programa, uno que sea diferente del firmado por la anterior gestión de Mauricio Macri. A lo que apunta el gobierno es que un acuerdo con el FMI no implique contracción fiscal ni contracción monetaria. La justificación del equipo económico pasa por decir que la contracción monetaria no fue efectiva a la hora de reducir la inflación, sino que, por el contrario, ésta aumentó. Y que la contracción fiscal sólo generó una mayor caída de la demanda. En definitiva, lo que pretende el gobierno es poder seguir cobrando impuestos y emitiendo pesos sin control.
