A veces, entre que van y vienen, pasan hasta 10 horas diarias en la esquina de Perón y Moreno, en Yerba Buena. Los taxistas Antonio Ruiz, Antonio Ruiz (h) y Cristian Palavecino celebran, con comentarios entre sí, la noticia que les está dando este diario, sobre la llegada de un complejo semaforizado para ese cruce. “Desde que está Gómez Pardo, el tráfico aquí es un infierno. Siempre está atiborrado de autos”, dicen, en referencia al megacentro comercial que desde fines del año pasado funciona en ese punto.
De hecho, los semáforos constituyen una donación del emprendimiento comercial. Las autoridades municipales anunciaron que, en consencuencia, retirarán los reductores de velocidad instalados en ambos carriles de la avenida Perón al 1.800. “¡Es una buena decisión. Muchos conductores, especialmente de noche, no ven los lomos de burro y salen volando!”, exclaman los choferes.
Antes de marzo, deberían instalarse los semáforos, puesto que se calcula que cuando se reinicie el ciclo lectivo el tráfico vehicular se incrementará más todavía. “Después de la apertura de Gómez Pardo, evaluamos que hubo un impacto. Creemos que es necesario ordenar la circulación con un semáforo. Por eso hicimos un convenio con la empresa, a través del cual se comprometieron a donar el sistema y la cartelería”, explica el jefe de Gabinete municipal, Manuel Courel.
En principio, sistema permitirá que quienes circulen de este a oeste puedan girar hacia la izquierda, para continuar por Moreno. Además, habrá un semáforo para quienes transiten por la colectora, destinado a ordenar el ingreso de estos automovilistas a la avenida Perón. Quienes provengan desde el oeste ya no podrán girar hacia su izquierda. “Esto ha sido valuado en unos $ 3 millones. Gómez Pardo se comprometió a realizar ese aporte”, añade Courel.
Hasta ahora, en los casi cinco kilómetros de la avenida Perón, desde el Camino del Perú hasta la rotonda de Horco Molle, funciona un único complejo semaforizado, en el cruce con Las Rosas. En el resto de algunas esquinas, el tráfico es regulado únicamente a través de unos reductores de velocidad, que vienen recibiendo críticas de vecinos y de gobernantes de la oposición política.
Otro para el mástil
Antes de marzo, deberían encenderse también las luces de otro nuevo semáforo en Yerba Buena, esta vez en el Mástil, la esquina donde se unen las avenidas Aconquija y Solano Vera, un punto neurálgico. El costo ronda $ 1 millón, de acuerdo a los presupuestos con los que cuenta la Municipalidad. A partir de esta instrumentación, la calle Pedro Maderuelo tendrá sentido norte-sur.
En septiembre pasado, terminó la obra del canal San Luis, que atravieza ese sector. Tras ello, se eliminó la rotonda. Y el mástil -antiguo mojón yerbabuenense- fue desplazado hacia una platabanda. Cuando el complejo semaforizado entre en funcionamiento, habrá un tiempo para quienes transitan por Aconquija en dirección al cerro; otro tiempo para quiénes circulan por esa misma avenida en dirección contraria y un tercer tiempo para los automovilistas de Solano Vera.
