¿Volvió a enturbiarse el clima entre el Gobierno y la CGT? En la Casa Rosada no lo admiten, pero hay dos datos recientes que generan sospechas de ese tipo: sorpresivamente se suspendió el encuentro previsto para este jueves con abogados de la CGT y de los empresarios del Grupo de los 6 para tratar de consensuar la reglamentación del artículo de la Ley Bases que penaliza los bloqueos sindicales, pero antes ya se había postergado sin fecha la primera reunión de la mesa de diálogo tripartito que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tenía prevista para el lunes próximo.
“Fue por pedido de la CGT ya que no iba a poder ir uno de sus abogados”, fue la explicación que dio a Infobae una alta fuente oficial acerca de la suspensión del encuentro de este jueves de la comisión técnica. Es cierto que Marta Pujadas, abogada de la UOCRA que iba a participar de ese encuentro en la Secretaría de Trabajo, está en Ginebra junto con el titular de ese sindicato y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, para participar de una reunión del Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pero un viaje así no se decide de un día para el otro y Trabajo anunció recién este miércoles por la noche que no se haría la reunión.
Por entonces, ya circulaba otra versión de similares connotaciones: la postergación del primer encuentro de la mesa de diálogo con la CGT y a los empresarios del Grupo de los 6, en este caso con la presencia de sus principales referentes, convocada por Francos para el lunes en la Casa Rosada. Era la escenificación de una gran apuesta del Gobierno para brindar señales de tranquilidad en el escenario socioeconómico y coincidía con una antigua aspiración sindical y del sector empleador.Los líderes de la CGT dieron nuevas señales de endurecimiento ante el Gobierno
“El clima no es el indicado y ese encuentro es muy importante para todos en esta etapa”, confió a Infobae uno de los jefes de la CGT. ¿Qué significa que el clima no es el indicado? La misma fuente respondió: “Los anuncios de despidos en la AFIP y la Aduana y la privatización del tren Belgrano Cargas representan conflictos de alto voltaje político. No nos podemos sentar a hablar sobre el futuro”.
De esta forma, la instancia de negociación que se abrió entre el Gobierno y el sector dialoguista quedó en suspenso, algo que añade un inesperado componente de tensión en un momento de turbulencias socioeconómicas por anuncios de la administración libertaria que generan un fuerte repudio sindical, como más despidos en organismos estatales o privatizaciones de empresas públicas.
En ese sentido, fue sugestivo cómo una de las máximas figuras del sector dialoguista de la CGT se mostró hace menos de 24 horas en una actitud beligerante hacia la Casa Rosada: Andrés Rodríguez, líder de UPCN, fue el anfitrión de un encuentro del Frente de Gremios Estatales, donde figuran organizaciones de trabajadores de la AFIP, Aduana, judiciales, universitarios y de Obras Sanitarias, en todos los casos afectadas por ajustes y reformas dispuestas por el gobierno de Javier Milei.El secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja
En la reunión, los sindicatos de distintas áreas del sector público se declararon en “estado de alerta y movilización” y amenazaron con una medida de fuerza ante “la profundización de un escenario político, económico y social que agrede sistemáticamente la existencia del Estado”.
En medio de señales de endurecimiento de los dialoguistas de la CGT, para colmo, el Gobierno afrontará un decisivo test con el paro de los sindicatos del transporte del miércoles 30. Aun no se sabe qué harán los choferes de colectivos, pero la Unión Tranviarios Automotor (UTA) sigue sin llegar a un acuerdo salarial con los empresarios. Este jueves el gremio de Roberto Fernández tendrá otra audiencia con los empresarios dentro de la conciliación obligatoria, que vencerá el martes 29.
¿Se romperá la tregua entre el Gobierno y la CGT? En una jugada clásica, el gremialismo presiona fuerte para lograr algún resultado, sobre todo con un gobierno como el de Milei, en donde nunca hay garantías de que afloje con algunos anuncios que provocan rechazo en el poder sindical. Pero el paro del transporte que amagaba con desinflarse por las instancias de diálogo con un sector cegetista ahora comienza a tomar mucha más fuerza y sumar adhesiones de otros gremios en conflicto.