El mandatario se aferró a sus fuerzas de seguridad y se prepara para seguir al frente del país. Edmundo González Urrutia prometió que tomará posesión, mientras aumenta su respaldo internacional.
Esta es una semana clave que puede marcar un punto de quiebre en la vida política, económica y social de Venezuela. La fecha fundamental es el 10 de enero, el próximo viernes. Este es el día previsto por la Constitución de Venezuela para la asunción presidencial.
Nicolás Maduro está aferrado a las fuerzas de seguridad y a una ola represiva cruel, y ha dicho que no se va a ningún lado. No planea entregar el mando y ya afina todos los preparativos para renovar su conducción de cinco años al frente del Palacio de Miraflores.
Mientras tanto, Edmundo González Urrutia expresó en la Argentina en el inicio de su gira internacional que va a hacer cumplir lo que la voluntad popular manifestó en las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando prácticamente el 67% de la ciudadanía votó por él, tal como consta en las actas que los fiscales de la oposición fueron recuperando en los días posteriores ante la ausencia -al día de hoy- de datos oficiales.
La máxima líder opositora, María Corina Machado, emitió un mensaje hacia los venezolanos diciendo “la hora ha llegado”, y exhortándolos también a encontrarse en las calles dentro y fuera de Venezuela. El llamado lo hizo en un emotivo video que compartió en su cuenta de X el 1 de enero. Se espera una fuerte movilización social, aunque con el temor siempre presente de la implacable ola represiva del gobierno.
Se espera, entonces, que en los próximos días haya más precisiones sobre la posible convocatoria a marchas en espera del 10 de enero.
González Urrutia también está haciendo lo propio buscando apoyos internacionales, con su primera gira por el continente americano que incluye un capítulo en la Argentina, otro en Uruguay y encuentros con primeros mandatarios de Panamá y República Dominicana. Durante una conferencia de prensa tras la reunión con Javier Milei, confirmó que visitará Estados Unidos.
La reunión con Donald Trump, quien asume su mandato el 20 de enero, es una incógnita, aunque el republicano ya anticipó una posición muy dura contra el gobierno de Nicolás Maduro y un respaldo ineludible hacia la oposición venezolana.
Estos días trascendentales para el rumbo que adopte Venezuela se dan en un contexto de mayor presión internacional por la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo. Desde el 8 de diciembre, cuando intentó ingresar al país por la frontera con Colombia, que el gendarme está en manos de las fuerzas bolivarianas de seguridad.
Hasta ahora, Nicolás Maduro hizo caso omiso a los pedidos de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) o la propia Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), quienes pidieron la inmediata liberación y velaron por la integridad física y psicológica de Gallo.
Como si intentara dar un golpe más a la disidencia y a quienes luchan por la libertad en Venezuela, el gobierno chavista ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares para dar con la captura de Edmundo González. Los afiches pueden verse hasta en el aeropuerto de Caracas, el principal del país.