Tras el estruendoso fracaso del primer intento, el oficialismo promete volver a la carga en el Senado e intentará en reunir el quórum para habilitar una sesión, la semana próxima o, a más tardar, en la siguiente, para aprobar un paquete de más de 70 designaciones judiciales reclamados por Cristina Kirchner, entre las que se destaca el pliego de la presidenta de la Cámara de Casación Penal, Ana María Figueroa, de estrechos vínculos con el kirchnerismo y que se encuentra al borde de cumplir la edad jubilatoria.
Hace diez días, la bancada que conduce José Mayans (Formosa) terminó frustrada por la ausencia de Guillermo Snopek (Jujuy) y Edgardo Kueider (Entre Ríos), integrantes del bloque Unidad Federal, fundado en febrero último e integrado por cinco peronistas díscolos.
Ambos legisladores decidieron no bajar al recinto enojados por diferentes motivos. En el caso de Snopek, las causas fueron la falta de respuesta a sus insistentes pedidos de intervención del PJ jujeño, al que acusa de colaborar con el gobierno del radical Gerardo Morales; y el conflicto generado por la decisión del PJ nacional de retirarle al sector que lidera el senador la lista presidencial que encabeza Sergio Massa como parte de la feroz interna de cara a las primarias del 13 de agosto que mantiene con la diputada nacional y precandidata a la Cámara alta, la camporista Leila Chaher.
Ambos obstáculos fueron removidos en los últimos días. El viernes último Alberto Fernández, en su rol del presidente del PJ, ordenó la intervención del peronismo jujeño, que preside Rubén Rivarola. La causa esgrimida por el jefe del Estado en su rol de líder partidario fue la colaboración del justicialismo jujeño en la sanción de la nueva Constitución provincial impulsada por el gobernador radical y cuya crítica, porque supuestamente vulnera derechos, el kirchnerismo tomó como bandera de campaña electoral para atacar la fórmula presidencial en la que Morales secunda a Horacio Rodríguez Larreta.
El segundo obstáculo, el de la quita de la lista presidencial, fue solucionado el ultimo martes. Tras un acuerdo entre las partes en conflicto, la Junta Electoral del PJ dio marcha atrás con su decisión de la semana anterior y autorizó a que las listas que encabezan Snopek (Diputados) y la actual diputada Carolina Moisés (Senado) puedan competir en la primaria pegados al binomio presidencial Massa-Rossi.
El tema de las listas fue motivo de controversia. En su momento, se dijo que la decisión de reritarle la lista presidencial fue una represalia porque no Snopek no había bajado a dar quórum. Sin embargo, Moisés se encargó de contar otra versión, según la cual la medida se tomó unos minutos antes de la hora a la que estaba convocada la reunión, lo que motivó la decisión del senador jujeño de no bajar al recinto.
Escenario complejo
Los beneficios que ha obtenido en los últimos días parecieran mostrar que la situación con Snopek estaría solucionada. Sin embargo, en algunos despachos oficialistas de la Cámara alta se resisten a ser optimistas. “Guillermo siempre te corre el arco; hasta que no lo vea sentado en el recinto no le voy a creer nada”, confió una senadora kirchnerista ante la consulta de este diario.
La desconfianza de la legisladora encuentra justificación en que, hace apenas dos días, el senador jujeño abrió un nuevo frente de conflicto cuando criticó en duros términos a Máximo Kirchner, al que acusó de boicotearle su intento por reunir a la Comisión de Asuntos Constitucionales el martes de la semana pasada.
Snopek esperaba en esa reunión no sólo conseguir la ratificación como presidente de la Comisión, lo que el oficialismo no estaría dispuesto a darle, sino que también pretendía discutir un proyecto de su autoría para ordenar la intervención federal del Poder Judicial de Jujuy.
Según el jujeño, la reunión fracasó por la ausencia de Mariano Recalde (Capital), hombre de La Cámpora que habría faltado en cumplimiento de órdenes de Máximo Kirchner.
Por último, para confirmar el quórum para tratar los pliegos, el oficialismo debería cumplir las exigencias de Kueider. El senador por Entre Ríos pide el tratamiento de un proyecto de su autoría que busca, a partir de la rebaja del IVA que se paga con la factura, la reducción de las tarifas de energía eléctrica.
Todavía es motivo de debate en varios despachos del Senado las causas por las que el oficialismo decidió no avanzar con el dictamen cuando ya había convocado a la Comisión de Minería, precisamente, con el único objetivo de discutir la iniciativa. Nadie entiende por qué no le cumplieron algo tan sencillo. Ofendido, Kueider abandonó la reunión y al día siguiente, cuando estaba convocada la sesión, ni siquiera apareció por el palacio legislativo.
Hasta el momento, no hay una convocatoria formal, pero en la cúpula del bloque del Frente de Todos no descartan que, si consiguen el número, la sesión se celebre la semana próxima. Los plazos apremian. Figueroa cumple 75 años el próximo 9 de agosto y si, para esa fecha, no obtiene un nuevo acuerdo del Senado, se verá obligada a jubilarse.