Calles inundadas, árboles caídos, autos rotos en una nueva jornada pasada por agua en buena parte del territorio tucumano. Tras el temporal que el último sábado golpeó a nuestra provincia, Tucumán arrancó la semana bajo alerta meteorológica que auguraba lo que finalmente terminó concretándose ayer por la tarde, cuando una nueva fuerte tormenta se desató sobre buena parte del territorio provincial.
Si bien las precipitaciones de este lunes no alcanzaron la magnitud de las del sábado, si se registraron algunos daños materiales importantes y anegamientos de calles y avenidas en distintas zonas de la ciudad. Así es, nuevamente San Miguel de Tucumán como epicentro del desastre de la gestión de Germán Alfaro al frente de la ciudad capital de la provincia que una vez más quedó bajo el agua.
Si para muestra basta un botón, cabe destacar que, en pleno micro centro, la caída de un árbol daño tres automóviles que se encontraban estacionados a metros de la esquina de las calles Mendoza y Catamarca. Según indicaron fuentes oficiales no hubo heridos. Pero podría haberse tratado de una verdadera tragedia a causa de la desidia de Germán Alfaro que no manda a solucionar el problema del arbolado municipal.
Además, se cerró el paso de la Plaza Independencia preventivamente tras la caída de las ramas de un árbol. Algunos tucumanos compartieron a través de las redes sociales distintas imágenes de las calles totalmente cubiertas por agua. En ese sentido, “Las playas de mi provincia”, fue una de las frases que se viralizaron para referirse, por ejemplo, a la esquina de Casal (Avenida Mate de Luna y Avenida Alem) inundada de vereda a vereda.
Pero, como si fuera poco, una de las grandes deficiencias de la gestión alfarista es que nunca el intendente está dispuesto a dar la cara. En ese marco, el edil Emiliano Vargas Aignasse (FdT) volvió a la carga contra Germán Alfaro. Luego haber lanzado críticas hacia el intendente por no haberse mostrado en el territorio durante las inundaciones, embistió nuevamente contra el líder del PJS.
“Escuché decir a una persona del entorno que el intendente no tiene porqué caminar los barrios inundados, justificando que para eso estaban sus funcionarios. ¿O sea el cargo lo eleva lejos de la gente? Me hizo ruido, como que no está para ensuciarse los zapatos y ponerse el overol”, dijo. Esto significa que realmente a Germán Alfaro se le subieron los humos a la cabeza y considera a la política como algo de lo que él tiene que servirse.
Y es que la ambición personal del intendente hace que todo quede reducido a sus espurios y egoístas intereses. Es por ello que prefiere destinar millones de pesos en obras innecesarias en el microcentro tucumano. Mientras que deja desprotegidos a la inmensa mayoría de los ciudadanos que viven fuera de las cuatro avenidas. Está claro que los temporales no sólo dejan en evidencia a la furia de la naturaleza. Sino también a la desidia en la gestión de Germán Alfaro.
