Silvina Luna tenía muchas ganas de vivir. Así se lo había confesado a Ángel de Brito durante la última nota que dio, en LAM, antes de ser internada en el Hospital Italiano, pero también sabía que la muerte era una posibilidad certera. Por eso, durante el último tiempo, la modelo y actriz buscó poner los papeles en orden, traspasar todos sus bienes y no dejar ningún detalle librado al azar. “No quería dejarle un peso o una mochila a su hermano”, aseguró Paula Varela en Socios del Espectáculo.
“Me contaba gente cercana, íntima, que estuvo ayer en la clínica, que si bien ella tenía ganas de vivir y trabajó un montón con distintas terapias y cosas, también sabía que esto podía pasar y se preparó de alguna manera”, explicó la periodista cuando en el piso comenzaron a hablar de la extensa internación que debió atravesar Luna antes de morir este jueves a los 43 años.
“Todos sus bienes, ella tiene dos o tres propiedades, ya ella en vida los tiene donados a su hermano Ezequiel. Dejó preparado todo en vida por si a ella le pasaba algo, su hermano no tuviese que estar haciendo trámites ni nada burocrático”, aclaró. “Dejó todo listo al momento de irse”.
Con este panorama, Varela fue más allá y se preguntó hasta qué punto Luna preparó todo lo que va a suceder a raíz de su partida. “Recién me preguntaba si tal vez esta decisión rápida de su abogado [Fernando] Burlando de pedir la autopsia, de plantear esto del homicidio y demás, no tiene que ver con algo también hablado con Silvina. ‘Te pasa algo, ¿cómo querés que accione? ¿Qué pasa con esto? ¿Cómo sigue tu causa?’. Es duro, pero son cosas con las que ella se enfrentó en vida”, completó.
Consultada por Rodrigo Lussich, Varela reafirmó la idea de que Luna sabía de la gravedad de su cuadro. “Era consciente de lo que le estaba pasando. Sabía que podía haber una finitud. Obviamente que quería vivir y trabajaba con eso”, repasó.
Luego de recordar que la actriz trabajó mucho su costado espiritual -”Se conectó, me contaban, con distintas personas que le decían ´Si vos vas a estar, vas a estar bien. Te vas a ir a otro plano, quedate tranquila´. Ella recibió mucha paz desde ese lugar”-, Varela reconoció que “también sabía, con la mente en frío, que tenía que solucionar temas”. “No quería dejarle al hermano ningún peso, ninguna mochila. Obviamente, el hermano lo sabe. Y dejó todo listo, todo preparado por si esto pasaba”, cerró.
Luego del testimonio de Varela, Adrián Pallares concedió con su panelista: reveló que hace un mes que Luna ya tenía la parte administrativa resuelta. Lussich, por su parte, explicó que Varela es cercana a personas cercanas a Silvina y que ya un año atrás había indicios de que el cuadro de la modelo podría empeorar. “Hace un año Paula me llama una tarde, durante una internación de las que tuvo Silvina, y me dice ´Silvina Luna se puede morir´”, recordó. “Hace un año que los médicos ya sabían y alertaban que el cuadro era realmente grave”, cerró Varela.
Gallardo, entre la tristeza y la bronca
Virginia Gallardo, panelista del programa de eltrece y expaciente de Aníbal Lotocki, reconoció que en muchas oportunidades se enojó con Luna, con quien tuvo una muy buena relación y con quien hablaba mucho sobre las complicaciones que ambas sufrieron como consecuencia de las intervenciones de Lotocki. Fue cuando contaron que Silvina se descompuso durante una entrevista y que una vez que se repuso pidió seguir para que el público la viera bien y activa.
Luego de comentar que tuvo la oportunidad de entrevistarla y que incluso lo habló con ella en muchas oportunidades, Gallardo reveló el enojo que esa actitud de Luna le generaba. “Creo que quizá muy en el fondo y a pesar de sus ganas, ella sabía que en algún momento esto iba a llegar. Porque verla expresarse tan clara y tan precisa en cuanto a sus procesos, sus enfermedades, sus ganas…”, arrancó.
“Creo que el mensaje que ella quería dejar era notable. Porque hasta conmigo, que tenía otro ida y vuelta porque hablábamos el mismo idioma respecto de la enfermedad, yo siempre la sentí como hasta incómoda”, recordó. Tras repasar que Silvina le ponía un freno a las conversaciones, Gallardo compartió el motivo de su enojo con la modelo: el hecho de que hablaba “a medias” sobre Lotocki y los padecimientos que transitaba.
“A medias, porque hasta a mí me enojaba el mensaje que daba, en todas estas veces que me he manifestado, porque ella, por ejemplo, después de la intervención de Pérez Latorre se quiso plantar en los medios a decir ´estoy bien, estoy curada´. Entiendo que era el mensaje que quería dar, pero no era real”, sentenció. “Yo, que conocía la interna médica, sabía que ese problema no estaba resuelto, que el producto no había sido sacado en su totalidad y que los problemas podían continuar. Entonces el mensaje era, para mi, engañoso para la gente. Entendía y empatizaba, pero no era el mensaje que había que dar”, concluyó.