Luego de interrumpir los servicios parcialmente durante dos días, el viernes y sábado último, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) convocó anoche a un paro por tiempo indeterminado a partir de este martes. Durante la mañana de hoy habrá movilizaciones y asambleas en toda provincia.
El motivo de la medida de fuerza es por la falta de pago de los salarios del mes de marzo. Los empresarios ya habían anticipado que no tenían los fondos para cumplir con sus obligaciones salariales y afirmaron que el sistema de transporte público está al borde del colapso.
El secretario general de UTA, César González expresó su preocupación por la situación que atraviesan los 3600 choferes que trabajan en las 56 líneas del servicio de ómnibus.
“Estamos decepcionados porque hasta acá no tuvimos ningún tipo de respuesta ni de los poderes concedentes del Estado ni los empresarios. No hemos recibido ninguna propuesta de pago, ni siquiera promesas de cuándo nos van a pagar”, afirmó el dirigente.
Además, González analizó que este escenario es similar al vivido hace 20 años atrás cuando se produjo el quiebre de varias empresas y más de mil trabajadores fueron despedidos. “La situación es desesperante, los compañeros no tienen para comer, para pagar servicios, para la educación de los chicos, para alquiler… no tienen para comer. Es muy angustiante. Hasta el momento no hubo despidos, pero entiendo que a este paso estamos en ese camino. No queremos llegar a eso, queremos que se encuentre rápido una solución al problema. No queremos que se repita la historia de 2001-2002 cuando hubo 1.500 despidos”, puntualizó el gremialista.
Por su parte, empresarios reclaman soluciones de fondos al Estado, piden aumento de subsidios, actualización de tarifas y una reconversión del sistema de transporte público. Hasta ahora, ninguno de esas demandas les fue concedida.
En tanto, miles de usuarios de toda la provincia quedarán otra vez a la deriva, rehenes de un conflicto que no encuentra solución y que mes a mes profundiza su crisis.