Carlos Oscar Rojas dejó en su pensión los impecables trajes blancos o negros, según la ocasión, y para otro mejor momento su clavel en la solapa y la clásica bandeja de los manjares que vende cuando se convierte en uno de los personajes más icónicos de la cultura tucumana: El Señor de los Cubanitos.
Sin flan ni dulce de leche, harto, en la esquina de 25 de Mayo y 24 de Septiembre, el Señor de los Cubanitos mostró una faceta totalmente distinta a la que suele mostrar todos los días en la galería de La Gaceta donde exhibe sus exquisitos productos.
Consultado por Los Primeros, Rojas respondió cuando el periodista le preguntó cómo estaba: “¡Estoy triste! ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Quiero la cabeza de Cristina! ¡La cabeza!”, expresó el vendedor ambulante, quien es paciente de riesgo en la pandemia, pero de todas maneras acudió a pie al banderazo contra el Gobierno elegido por el voto popular que encabezan el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La protesta contra el Gobierno Nacional en Tucumán tiene lugar en el mismo día en que está previsto que el Comité Operativo de Emergencias Sanitarias (COES) anuncie el regreso de San Miguel de Tucumán a la fase de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) debido a la solicitud que hizo la Nación, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia rubricado por Alberto Fernández, para frenar el avance de la pandemia.
A los 35’17” aparece el Señor de los Cubanitos.
