En el año 2017, una de las autoridades del Tribunal de Cuentas, Sergio Díaz Ricci, brindó un ciclo de conferencias a la Escuela de Abogados del Estado, un organismo dependiente del Poder Ejecutivo provincial.
No sería nada llamativo si no fuera porque en aquella oportunidad, Díaz Ricci le cobró al gobierno que debe controlar 6.000 pesos por cada módulo de clases dictadas. Una cifra que hoy a la distancia parece irrisoria pero que en ese momento el dólar cotizaba a $16,25. Es decir que en ese momento, Díaz Ricci le facturó al Estado provincial 348 dólares por cada módulo de clases. El equivalente 481.000 pesos si se toma hoy como valor de referencia el dólar blue.
Este hecho anecdótico, que le valió a Diaz Ricci el apodo de “ratón” entre sus pares puso en evidencia 2 cuestiones:
1) Pese a que Díaz Ricci goza de los mismos privilegios que cualquier juez integrante de la Corte Suprema, no estuvo dispuesto a hacer ningún acto a título gratuito en pos de capacitar a los abogados del Estado. Quizás la necesidad de llegar a fin de mes, hizo que Díaz Ricci le facturara al gobierno provincial, por la prestación de sus servicios. Esto demuestra no solo los pocos escrúpulos que puede tener alguien que se lleva un gran caudal de dinero por su cargo público, sino también muestra como pese a ser un actor estatal, Díaz Ricci si puede facturarle al estado por la prestación de sus servicios, algo negado a cualquier otro empleado público. Así podríamos decir que en 2017 Díaz Ricci cumplió su década al frente del Tribunal de Cuentas, demostrándo como desde su lugar puede posicionarse por encima del resto de los mortales y haciendo acciones en su beneficio, que para el resto de los estatales están prohibidos por ley. Seguramente habrá algún marco jurídico o algún artilugio legal que le haya permitido q Díaz Ricci hacer eso que el resto de los mortales no pueden.
Por último, un detalle que merece la pena destacar. Dentro del listado de acordadas emitidas por el TC en 2017, no aparece ninguna en la cual se libre el pago que le permitió a Díaz Ricci facturarle al estado al cual debe controlar.
