Hace apenas un mes el Banco Central (BCRA) impulsó una suba de tasas de interés en todo el sistema, lo cual llevó a los plazos fijos a un piso de 37% anual en pesos y también aumentó un punto el rendimiento de las Leliq hasta el 38%. Pero estas subas podrían resultar insuficientes debido a la elevada inflación que se acentuó en los últimos meses, por lo que es posible que no pase mucho tiempo para que la entidad defina nuevos incrementos.
Si bien es cierto que esto posiblemente no suceda en lo que resta del 2020, hipotéticas futuras subas de las tasas de interés tendrían como objetivo que los ahorristas le ganen a la inflación, pero al mismo tiempo el peligro es que se transformen en un nuevo obstáculo a la recuperación económica post pandemia. Cabe recordar que ni bien se conoció la inflación de octubre que fue del 3,8%, el BCRA ordenó automáticamente un incremento de tasas.
Lo hizo con la intención de evitar rendimientos negativos en términos reales, lo cual significa que el objetivo fue no perderle pisada a los precios. Pero para los inversores resultó suficiente, sobre todo porque el tipo de cambio en el mercado financiero tuvo un fuerte ajuste a la baja, es decir, se redujo la diferencia cambiaria entre el tipo de cambio oficial y la cotización del dólar paralelo en noviembre.
Y es que durante el mes pasado, se dio el mejor de los mundos para los inversores en pesos, porque por primera vez en mucho tiempo consiguieron una fuerte ganancia en moneda dura. Pero no será fácil repetir este comportamiento en los próximos meses. Por lo pronto, la tasa de plazos fijos mayorista, es decir, para empresas e inversores institucionales todavía está lejos de empatarle a la inflación debido a que la denominada tasa Badlar se ubica en 2,75% mensual.
En cambio, el Índice de los Precios al Consumidor (IPC) con el que se mide la inflación fue del 3,2% en noviembre. Si bien fue menor que el dato de octubre, no hay mucho de lo que alegrarse teniendo en cuenta que las perspectivas indican que el nivel de diciembre podría estar cerca del 4%, al igual que en enero. Esta aceleración inflacionaria que se avecina difícilmente podría ser ignorada por el titular del BCRA, Miguel Pesce.
Es por ello que trascendió que la secreta esperanza del funcionario, en todo caso, es que los dólares financieros como el dólar Bolsa y el denominado Contado Con Liquidación, se mantengan estables y de a poco se vaya achicando la brecha cambiaria con el dólar oficial. En ese escenario, sería mucho más fácil atraer a inversores en pesos sin necesidad de subir exageradamente las tasas de interés.
En conclusión, si bien es cierto que los rendimientos en moneda local mediante la tasa de interés de los plazos fijos fueron mejor opción que el dólar desde fines de octubre, el problema es que la mayoría de las tasas para inversores se ubican por debajo del ritmo de aumento de precios que representa la inflación. El BCRA tendrá poco margen para dejar las cosas como están sin que se produzcan nuevas presiones sobre el tipo de cambio.