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Susana Trimarco: millones, subsidios y lavado de dinero, parte 2

Por Christian Sanz - Director de Tribuna de Periodistas

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Oportunamente, Aníbal Fernández le entregó $10 millones a la Fundación María de los Ángeles en concepto de “gastos corrientes” durante la campaña electoral de 2015.

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La pregunta es casi obvia a esta altura: ¿Qué hace la madre de Marita Verón con la millonada de dinero que recibe y del cual jamás rinde cuentas?

Renovamos compromiso

La propia Trimarco hace silencio al respecto, aún cuando las voces que piden explicaciones se multiplican año a año. La mujer solo atina a decir que no “hace política” con las víctimas y que por ello los casos no trascienden. “Las identidades de las mujeres que asisto deben ser resguardadas”, asegura.

Y allí aparece un nuevo interrogante: ¿Por qué debe ser resguardada la identidad de una persona que ya fue debidamente rescatada? ¿No sería útil y productivo que esas mismas mujeres dieran su testimonio de vida para evitar que avance el aberrante delito de trata de personas?

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La realidad indica que la mayoría de los rescates que proclama Trimarco son ficticios. Uno de los que desnudó esa realidad es el ex Comisario General de Tucumán, Hugo Sánchez, quien asegura que los números de chicas recuperadas por la madre de Verón no coinciden con las estadísticas oficiales.

Recolección de Basura

Valoro y respeto el trabajo de la señora Trimarco, pero sus cifras no coinciden con las nuestras. Llegó a decir que había recuperado 40 adolescentes en La Rioja. No hay ningún tipo de actuación policial ni judicial al respecto, ni en Tucumán ni en La Rioja”, aseguró el funcionario en mayo de 2008.

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Los mismos reparos han sido expuestos en diversos lugares de la Argentina, todos en el mismo sentido. ¿Cuál es la identidad de las mujeres rescatadas por Trimarco? ¿Por qué sus estadísticas no coinciden con las investigaciones judiciales de marras?

Todo es parte de una gran mentira, avalada por el kirchnerismo y que ha resultado más que rentable para Trimarco.

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Quien ha permitido que esto ocurriera es una mujer cuyo nombre es desconocido para la mayoría de las personas, Zaida Gatti. A pedido de quien escribe estas líneas, Julio César Ruiz, titular de Fundación Adoptar, describió la metodología de esta mujer:

Zaida Gatti es una psicóloga que se desempeñó durante todos los gobiernos de la familia Kirchner como titular del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia de la Nación y Derechos Humanos, y continúa en la actualidad.

Fue una pieza clave durante estos 12 años pasados porque fue la encargada de mostrar al mundo la flameante bandera de los derechos humanos, pergeñada por los Kirchner para que no se sepa la realidad de los desaparecidos dentro de los propios gobiernos de la familia.

Para ejecutar esta acción Gatti utilizó como herramienta su cargo. La primera misión fue crear un caos con la información, para que en la confusión todo se mezcle y nada claro pudiera aparecer. Veamos cómo lo hizo:

1) El método consistió en aglutinar la defensa de los DDHH —centradas en las víctimas del Proceso militar que verdaderamente asoló al país— en dos señoras y transformarlas en emblema internacional. En el arranque las dos contaban con una temática tan sensible por lo que nadie ofrecería reparos ni tendría valor para oponerse en ningún sentido. Se crearon dos paradigmas en uno, que lograron venderlo por todo el mundo.

Los únicos desaparecidos de Argentina son las víctimas del Proceso Militar y las encargadas de buscarlos son las Madres de Plaza de Mayo.

Los únicos bebés traficados o apropiados son los de Abuelas de Plaza de Mayo. Estela de Carlotto líder de esta asociación se inició con un número de nietos a buscar, cifra que no se modificó a pesar que oficialmente se determinó que los padres no fueron 30.000 desaparecidos sino 8.000.

El relato y las mentiras terminaron antes que el último gobierno de Cristina Kirchner con Bonafini transformada en constructora de viviendas sociales y siendo protagonista del acto de corrupción más importante de Argentina que haya tenido por agente a una organización social. Estela de Carlotto con una reputación pésima aún debe rendiciones de subsidios millonarios que recibió.

2) Zaida Gatti incorporó a esta escena a una nueva socia llamada Susana Trimarco logrando algo muy interesante como es otro paradigma: la trata de personas es sinónimo de “Mujer secuestrada con fines de explotación sexual” con lo que el éxito se sumó al anterior ya que dejaron de existir las otras desaparecidas, las que no sean su hija Marita Verón. Veamos tan sólo una hojeada del resultado que logró esta funcionaria:

a) El Gobierno Nacional no tenía ni tiene un listado de las personas desaparecidas. No posee registros de cuántas ni cuáles son.

b) Cómo será este caos armado tan exitosamente por Zaida Gatti que, a pesar de ser titular del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas del Ministerio de Justicia de la Nación y tener un aparato importante para ello, nunca publicó un listado, con nombres y apellidos de las mujeres desaparecidas que ella misma dice “acompañar”, “asistir“ y “rescatar” como víctimas de este delito.

c) El punto anterior no lleva a preguntas lógicas:

– Zaida Gatti ¿a quién rescata y a quién acompaña?

– ¿Por qué no publica la lista de personas secuestradas o desaparecidas si ello está relacionado con una información pública de suma gravedad institucional?

– ¿Por qué nunca se conoce la aparición de mujeres cuya desaparición ha tomado estado público gracias a la prensa como: Florencia Penacchi, María Cash, Sofía Herrera, Érica Soriano y hasta la propia Marita Verón y muchas otras?

– Si los DDHH son de todos ¿por qué nunca Zaida Gatti publicó consideró ni mencionó la trata de bebés de Argentina que todo el mundo reconoce incluso su propia Jefa Intelectual?

– ¿Por qué Zaida Gatti nunca habla de la desaparición de niños, niñas, adolescentes que de vez en cuando recordamos gracias a Missing Children?

– ¿Por qué la misma mujer nunca siquiera mencionó que hay secuestradas y desaparecidas otras mujeres y hombres que no fueron víctimas de explotación sexual y que también son argentinos y se desconoce su paradero?

Para que Ud. no quede desorientado entre el título y el contenido de este tramo debemos advertirle, que la única información que el Ministerio de Justicia de la Nación y Derechos Humanos emite oficialmente se refiere tan sólo a personas “rescatadas”. Una de las razones es que, si el ministerio nos informara correctamente, debería hacerlo con nombre, apellido y circunstancia, pero el problema es que tendrían el control no tan sólo de periodistas, sino también social, por ello, tan sólo hablan anónimamente de “rescatadas”.

Pero, este método no es original de Zaida Gatti, sino de Susana Trimarco que inauguró esta manera de transmitir su relato para justificar las mentiras y contradicciones de sus verdades que cuando tuvo la oportunidad no pudo probarla ante la Justicia.

Esta vez, al igual que en el caso de Bonafini y Carlotto, Trimarco “cuenta” con algo tan sensible como es la desaparición de su hija, que aún no encontró , pero a decir verdad le trajo buenos dividendos.

Advertimos que a pesar de sus constantes dichos no hemos encontrado antecedentes judiciales de entregas de personas rescatadas a algún funcionario judicial ni policial, en rescate de víctimas a las autoridades, en liberaciones que se supone son sumamente peligrosas y en donde incluso ella misma dice haber rescatado niñas que nunca se supo dónde las dejó o las entregó.

Trimarco solía decir la cifra de chicas que rescataba sin más que su palabra y a Zaida Gatti le resultó que esa costumbre alimentaba el método que a ella le habían enseñado sus precursores.

Toda esta metodología fue exitosa para “la política” de DDHH de los Kirchner, pero llama la atención que a Zaida Gatti no la hayan removido del cargo, a pesar de las promesas de cambio, con lo cual debemos pensar que la conducción del gobierno de Macri no conoce esta temática, cosa que sería grave o no le interesa, cosa que nos tranquiliza para que sepamos dónde estamos parados respecto de esta cuestión tan cara para las personas como es la desaparición de sus familiares y el silencio de un país que pareciera no interesarle los que están, ni los que sufrieron desapariciones forzadas en democracia.

Si de publicidad de actos de gobierno hablamos y que a veces estas demostraciones son tan escasas al punto que el gobernador Juan Urtubey en Salta inaugura una cuadra de adoquines y un lomo de burro, cómo no difundir y publicitar semejante noticia como es el encuentro, el rescate y el acompañamiento de tanta cantidad de argentinas víctimas rescatadas según la información del Ministerio de Justicia a través de Zaida Gatti.

Las publicaciones en este sentido marean, verdaderamente no se sabe cuántas van, quiénes son, dónde están ahora, si porqué las o los secuestraron, a dónde los encontraron…

No son pocas las personas que han denunciado a Gatti en su calidad de funcionaria y ello relacionado con su rol.

A ello hay que sumar su desinterés ante la denuncia que hizo Fundación Adoptar sobre la desaparición de más de 200 bebés en Salta durante el gobierno de la familia Kirchner, solicitándole una audiencia para tratar el tema.

Cuando se enteró que se trataba de bebés desaparecidos, nunca más se comunicó con nosotros ni por teléfono ni vía mail. Ante nuestra insistencia se comunicó vía Whatsapp diciendo que el Ministerio de Justicia de la Nación no nos iba a poder “sacar” los pasajes para ir a Buenos Aires.

Allí se apagó todo, no pudimos viajar porque nos dijo sobre la hora que no nos iba a conseguir el pasaje. No contamos con ayuda económica de ninguna naturaleza y no la hemos recibido todos estos años para no ser cooptados ni manipulados por ningún funcionarios público respecto del resultado de nuestra gestiones y misiones.

Así, con la simple decisión de esta señora llamada Zaida Gatti, la Argentina se perdió la oportunidad de recibir ayuda de su Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación para saber dónde están estos bebés.

¿Qué más puede agregarse? Quien escribe estas líneas viene desafiando desde hace años a la madre de Marita para que, de los más de mil doscientos casos que proclama en su haber, muestre al menos la identidad de 50 mujeres rescatadas por ella. Su respuesta se ha limitado al mero insulto contra este cronista, sin mostrar un solo caso puntual.

La injuria le permite a Trimarco evitar dar explicaciones. Ni siquiera Jorge Lanata consiguió que la mujer explicara en qué gasta el dinero que le es aportado. “No sé en qué gasta esos millones, a lo mejor tiene gente trabajando”, dijo irónicamente el periodista a fines del año pasado. Prontamente fue acusado de “golpista”.

La realidad es incómoda, pero debe ser dicha con todas las letras: la madre de Marita Verón pasó de la más absoluta miseria —en 2003 no tenía siquiera calefón en su casa— a ostentar un nivel de vida que hasta los más adinerados podrían codiciar.

A su vida de lujos se suman sus exóticos gastos, que se reflejan con claridad en su propio vestuario cotidiano, el cual fue madurando —de 2003 a la fecha— de manera envidiable…

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